lunes, 20 de febrero de 2017

La extinción del ciervo en Gorbea y Sierra Salvada / Oreina desagertzear Gorbeian eta Gorobel mendilerroan

A pesar del gran tamaño que posee el ciervo (Cervus elaphus) y de que formó parte de nuestra fauna hasta hace sólo algunos siglos, las referencias al mismo tanto en los documentos conservados en los archivos como en publicaciones de carácter geográfico o histórico son escasísimas hasta el punto de parecer que su extinción tuvo que ser mucho más antigua.
En 1957 el Icona introdujo los primeros ejemplares de ciervo procedentes de Toledo. Ciervo macho en la actualidad..
Vamos a tratar de establecer un relato plausible sobre la fecha de la extinción del ciervo en nuestra comarca a partir de unos pocos documentos asumiendo que pueda haber cierta imprecisión por tratarse en algunos casos de referencias basadas en testimonios de  terceros, de no precisarse la fecha con exactitud o de haberse empleado términos (venado, corzo, ciervo) que generan dudas de si se emplearon de manera correcta.
Cierva. Gorbea.
De las montañas que nos rodean fue en el Gorbea donde el ciervo logró sobrevivir más tiempo según se deduce de algunos documentos como el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz (1845-1850) en el que se cita todavía en esa primera mitad del siglo XIX la presencia del ciervo en dicha montaña, uno de los pocos lugares del territorio alavés donde este ungulado es citado:
“Gorbea. También se halla en él, tal cual abundancia de liebres, corzos y ciervos, pocos jabalíes, muchos zorros y lobos, y de vez en cuando suele aparecer alguna onza o pequeños tigres y osos”.
Cuernas de ciervo. Gorbea.
Probablemente el número de ejemplares en el siglo XIX tenía que ser reducido porque más adelante ya no se vuelven a encontrar nuevas referencias al ciervo, y porque además en la Historia general de Vizcaya escrita por Juan Ramón Iturriza y Zabala  escrita en 1785 (aunque no fue publicada hasta un siglo después) ya se indicada en ese final del siglo XVIII la escasez del ciervo en Gorbea y se apuntaban también los motivos que seguramente desencadenaron su extinción: los inviernos especialmente crudos de finales del citado siglo y la persecución por parte de los cazadores que contaban en esta época con armas más sofisticadas:
”También escaseaban los corzos o venados, y los pocos que quedaban solían andar en los montes de Gorbea y Albina de Ola, esta última del condado de Aramayona, habiéndose reducido considerablemente a consecuencia de las grandes nevadas y de la diligencia y actividad que empleaban los cazadores para extinguirlos”.
Asta en Sima Zarra. Grupo Espeleológico Takomano.
El capítulo 19 de las ordenanzas de Murgia de 1758 ejemplifica muy bien la persecución que mantenían los pueblos que circundan el Gorbea contra una serie de animales que se consideraban dañinos, uno de ellos el ciervo. Se trata de las recompensas a entregar por las alimañas cazadas durante las batidas al lobo:
“Se la han de aplicar, si fuese corzo o venado, cuatro reales si jabalí pequeño lo mismo, si fuese jabalí grande ocho reales, si fuese lobo, cincuenta reales, si fuese Oso o Tigre setenta reales”.
Asta en Sima Alterla. Grupo Espeleológico Takomano.
Y respecto a la Sierra Salvada y Ayala ¿cuándo se produjo la extinción? El Fuero de Ayala recopilado en 1373 por Fernán Pérez de Ayala y el aumento del mismo en 1469 menciona al ciervo en el capítulo LXXXV  de modo que vamos a suponer que estaba presente en Ayala en estos altos siglos medievales, de lo contrario no tendría sentido la inclusión de este precepto en el fuero.
“Si algunos caballeros o otros Monteros lebantaren puerco o venado, algún otro que no sea Montero non lo tomen mientras que aquellos que lo lebantaren fueren tras el, mas si el venado levantado fuera quito de ellos o fuere en su salvo maguer que sea llagado cualquier que lo matare puedalo aver”.
Huellas de ciervo. Gorbea.
Y aunque no tengamos más referencias al ciervo en fechas posteriores lo más posible es que sobreviviese en la Sierra Salvada hasta finales del siglo XVII e incluso hasta el siglo XVIII basándonos en la descripción que se hace de dicha sierra en un documento de 1630 conservado en Respaldiza como una montaña “brava y espesa”, de mucho arbolado, donde abundan osos, linces y lobos. Es decir, aún se conservan los mamíferos de gran tamaño y especialmente los carnívoros, animales a los que se les persigue con tenacidad y extermina primeramente.
Escodadura de ciervo. Gorbea.
También se explicaría así la cantidad de restos óseos y astas de ciervo hallados en cuevas y simas de la Sierra Salvada (Cueva de los Santos, Cueva del Puente, Sima de Altaria, Cueva Tiburcia, etc) por el Grupo Espeleológico Takomano.  

Excrementos de ciervo. Gorbea.
Además estaría en concordancia con los datos generales que se manejan sobre la distribución histórica del ciervo en el norte de la península Ibérica: su población va desapareciendo de valles y montañas de baja altitud a medida que crece la población y la actividad humana entre los siglos XVI-XVIII y para el XIX quedarían acantonados en las montañas más altas y boscosas, desapareciendo los últimos ejemplares a comienzos del siglo XX en sierras como la Demanda o la Cordillera Cantábrica.


Gustavo