jueves, 4 de julio de 2024

Presentación en Agiñiga del libro Aiara. Once meses de guerra, del historiador Sergio Balchada, Satxa.

 

El sábado 22 de junio se presentó en el pueblo ayalés de Agiñiga el libro Aiara. Once meses de guerra, del historiador Sergio Balchada Outerial, más conocido como Satxa. Esta es la primera publicación de Aprende Argitaletxea, una editorial recientemente creada por un grupo de amigos e investigadores que buscan poder publicar sus propios proyectos centrados en el ámbito cultural de la comarca costeando ellos mismos la edición.


En la parroquia de Santiago de Agiñiga se dieron cita más de un centenar de personas interesadas en la Guerra Civil, y de modo general en nuestra historia, vecinos y muchos amigos. La presentación corrió a cargo de Enrique Arberas, biólogo y autor de libros como Maroño o Perretxiko, el oro blanco de los vascos, y de Juanjo Hidalgo, historiador y director de yacimientos arqueológicos como el de Elexazar en Amurrio. A continuación, Satxa nos habló de cómo fue conformándose el libro, de cómo surgió la investigación, las entrevistas que hizo y las personas que fue conociendo y, al final, la grata experiencia que supuso todo el proyecto. La presentación se cerró con una rica parrillada en el exterior de la iglesia.


Aiara. Once meses en guerra, narra los acontecimientos que se sucedieron en el municipio de Ayala desde la llegada de los primeros milicianos en julio de 1936 hasta su derrota en junio de 1937. Los sucesos que se narran resultan en extremo cercanos porque el escenario de estos acontecimientos son nuestros propios paisajes y desfilan por ellos personas con sus nombres propios y apellidos a los que llegamos a conocer personalmente en algunos casos, sin embargo Satxa remarca en la introducción que  han pasado ya 80 años y que se puede abordar con objetividad, como cualquier otro periodo histórico. Arrojar a un lado del camino revanchismo y presentismo, y encarar el tema desde una óptica histórica ecuánime.


El libro comienza con una aproximación histórica al conflicto bélico, los antecedentes desde el comienzo de la década y el marco político, partiendo de un punto de vista general y descendiendo hasta el municipal en el que se enmarca Ayala: resultado de las votaciones, partidos políticos que se presentan, personas que ostentan los cargos municipales, etc. Y a continuación se aborda la guerra desde el primer día que llegan los primeros milicianos hasta que sufren la derrota casi un año después. A lo largo de todo este tiempo se enumeran los batallones destinados a la zona, los edificios elegidos para la intendencia, la diferente suerte que sufren sus vecinos, las incursiones de los requetés o batallas como la del Pico Soxo. Los últimos capítulos ahondan en la represión que da comienzo con la victoria del bando nacional.


Es un placer contar con una publicación histórica de esta calidad. Detrás de estas casi trescientas páginas hay una gran labor de documentación y de entrevistas a un buen número de personas que vivieron de manera directa aquellos momentos. Y a pesar de esta enorme cantidad de datos la lectura se hace amena y desde luego emocionante imaginando los sucesos en los lugares por todos conocidos. Pero, además, el autor también ha rescatado del olvido líneas de trincheras, búnkeres, incluso escenarios como la batalla del Pico Soxo donde se llegaron a realizar prospecciones arqueológicas para confirmar las escaramuzas.



Las personas que estén interesadas en adquirir esta publicación pueden encontrarla en los siguientes puntos de venta. En Amurrio: Bar Albizabal, estancos de Landako y San José, Librería Sanz, Taberna Frontón, el Kiosko de Prensa y Librería Bai Bada; en Laudio: Arin Liburudenda y en Zuhaitza Liburidenda . También se puede pedir directamente al autor a través del siguiente correo electrónico foucellas800@gmail.com.



jueves, 30 de mayo de 2024

La gran migración de la mariposa cardera

 


Durante las primeras horas del sábado 11 de mayo recorrimos todo el cantil que discurre entre el pico Bagate y el nacimiento del Nervión para observar aves, sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que las verdaderas protagonistas de ese día soleado y de viento sur eran las mariposas de los cardos (Vanessa cardui). Había decenas de ellas en los prados más próximos a los cortados, en las áreas más expuestas y ventosas, estaban inquietas y asustadizas. Estas mariposas se encontraban en pleno viaje, migrando hacia el lejano norte de Europa.


No ha sido hasta hace un par de años que se ha descubierto que la mariposa cardera pasa los inviernos en el África subtropical (Kenia, Uganda, Camerún o Ghana, entre otros países) y desde allí y en sucesivas generaciones (especie polivoltina) comienza su viaje hacia el norte atravesando el Sahara, el mar Mediterráneo, Europa y, si las condiciones son adecuadas, llegará al norte de Escandinavia. Una vez allí inician el regreso nuevamente a los cuarteles de invernada. Un viaje que completa su ciclo migratorio estimado en 15.000 kilómetros, la ruta migratoria conocida más larga para un insecto.



Así que ahora, en estas fechas primaverales, el grueso de estas mariposas se encuentra atravesando el sur de Europa, también nuestro territorio. Se desplazan buscando las condiciones climatológicas óptimas para el desarrollo de las plantas nutricias de las que se alimentan sus orugas. El nombre de esta especie en castellano, la vanessa de los cardos o cardera, nos da una pista sobre su alimentación: cardos, asteráceas, aunque se han descubierto plantas nutricias de otras muchas familias como boragináceas y malváceas.

A pesar de que la mariposa monarca realiza una migración de menor distancia, unos 4000 kms entre Canada-Estados Unidos y Mexico, ha recibido mucha más atención por parte de los investigadores y los medios de comunicación, se ha hecho mundialmente conocida. Tristemente ha vuelto a ser noticia recientemente: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró en 2022 a la mariposa monarca migradora en peligro de extinción al haber disminuido entre un 23% y un 72% en los últimos 10 años. Nuestra mariposa cardera resulta hoy día tan abundante como también lo fue en su día la mariposa monarca. Disfrutemos de momento de esta bella mariposa.


miércoles, 22 de mayo de 2024

El parque eólico FEROSCA I entre Llodio y Ayala

 

La sociedad Ferosca Wind, S.L.U  del grupo Delta Power, con sede en Madrid, ha solicitado autorización al Gobierno Vasco para construir el parque eólico denominado FEROSCA I entre los montes Pagolar (Laudio) y Pagonabarra (Aiara). El parque eólico consta de seis aerogeneradores equipados con una turbina modelo Vestas de 4,5 MW de potencia. Tendrá una potencia instalada total de 27 MW.

Ubicación del parque eólico FEROSCA I entre Laudio y Ayala. Los puntos rosas son los molinos y en blanco el trazado de las pistas de acceso


La torre de acero tubular sobre la que se montan el generador y las palas tiene una altura de de 113 m. hasta el buje, que es el centro de la hélice, donde se aloja el generador.

Las palas tienen un diámetro de 163 m. Desde la base del molino hasta la punta de la hélice en posición vertical el aerogenerador tiene una altura de 194 m. El área que barren las palas abarca una superficie de 20.800 m2 (un poco más que lo que ocupan dos campos de fútbol) Las palas tienen una longitud de 80,1 m con una cuerda máxima de 4,3 m, y están fabricadas a base de fibra de vidrio reforzada y tecnología de carbono.



Según datos del proyecto la velocidad media del viento en las inmediaciones de la cima del monte Pagonabarra y a 110 m. de altura es de 6,28 m./segundo. Dependiendo de la ubicación de cada molino la velocidad media estimada es de entre 5,51 y 6,81 m./segundo. Según los datos del proyectos en los molinos nº 5 y nº 6 no se alcanzan los 6 m./seg. de velocidad media

Según el Plan Territorial Sectorial de energías renovables del País Vasco se considerará emplazamiento eólico con recurso eólico explotable aquella zona en la que velocidad media umbral del viento es igual o superior a 6,223 m/s a 100 m de altura o si a pesar de no cumplir esto, las horas de funcionamiento anuales son superiores a 2.650 horas equivalentes.

La empresa calcula que generará un total de 72116  MWh/año de energía anual neta en 2729 horas anuales equivalentes.

Según estos datos podemos decir que el parque eólico FEROSCA se encuentra cerca del umbral de recurso eólico explotable, al menos con la tecnología actual. 

El proyecto se acompaña de un estudio de impacto ambiental que es el documento que describe y valora los efectos que puede tener la construcción del parque eólico sobre el medio:  el suelo, las aguas, el paisaje, la biodiversidad, las personas, etc.

El estudio de impacto ambiental sirve para que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco valore si los impactos del proyecto sobre el medio ambiente son asumibles o no y en caso de ser asumibles qué cambios habrá que hacer en el proyecto para que los efectos ambientales negativos disminuyan.

Hemos comprobado que el estudio de impacto ambiental es de escasa calidad. Por ejemplo identifica una cueva en Aretxabaleta (Gipuzkoa) como elemento del patrimonio cultural a proteger. Obviamente se trata de un error producido seguramente por un exceso de uso del “corta pega” de otros estudios. No se incluye ninguna foto de la zona de proyecto, lo que lleva a pensar que los redactores del estudio no han estado nunca en Pagolar y Pagonabarra.

Tres molinos se ubican en el cordal del monte Pagolar en Llodio y los otros tres cerca del monte Pagonabarra en Ayala. El molino a mayor altura se ubica a 674 m. sobre el nivel del mar  y el de menor cota se ubica a 455 m.s.n.m.

En el monte Pagolar el molino nº 3 sobrepasará en 150 m. la cima y los molinos nº 1 y nº 2, 90 y 130 m. respectivamente. 

Pista de acceso al molino nº1 en la zona cimera de Pagolar

Molino nº 1 con el parque eólico Las Américas al fondo

Desde el molino nº 1 cima del Pagolar y ubicación del molino nº 2

Molino nº 2 desde la ubicación del molino nº 1 y pista de acceso. Detrás del molino la cima del monte Pagolar 

Pagolar, molinos nº 1 y nº 2




Desde la cima del Pagolar hacia el molino n3, sin y con el aerogenerador



Los molinos sobrepasarán las crestas de los montes Pagolar y Pagonabarra. En el caso de este último monte, el molino nº 5 se ubica a 195 metros de distancia de la cima, sobrepasándola 140 m., desfigurando por completo esta cima. En la siguiente sección-esquema del terreno entre el río Izalde y el río Nervión se puede adivinar la dimensión de los molinos.

Desde la cima del monte Pagonabarra el molino 5 se ubica al este. Sobrepasará en varias decenas de metros la cumbre del monte

Sección entre el valle del Izalde y el valle del Nervión, con los molinos nº5 y nº6. La izquierda es la cima del monte Pagolar


Molinos 4, 5 y 6 desde el cordal del monte Pagolar, al fondo Sierra Salvada


Para construir un molino primero se explana el terreno para conseguir una superficie llana, lo que se denomina plataforma de montaje de aerogeneradores. Está superficie permite la maniobra de las grúas y acopiar los tramos de torre y la góndola. También se almacena la pala y elementos auxiliares además del área auxiliar para montaje de la grúa principal.

Cada plataforma de montaje de aerogeneradores ocupa una superficie de unos 7.500 m2

La cimentación del aerogenerador consistirá en una zapata de planta circular, de 24 m de diámetro y canto variable de 0,50 a 3,50 m, con un pedestal cilíndrico de 6 m de diámetro y 0,6 m de altura.

Planta de montaje de un aerogenerador. Se necesita una explanación de 7.500 m2. En una ladera como la del monte Pagonabarra supone grandes de desmontes y terraplenes.

Molino nº 4 y zona logística en el entorno de la casa forestal de Pagonabarra enmarcada en el círculo


Los molinos nº1, nº2 y nº3 del monte Pagolar se situarán sobre zonas de pastizal y plantaciones forestales, algunas de frondosas. Uno de los molinos se proyecta sobre una fuente, con bebedero. El estudio de impacto ambiental no detecta la fuente-bebedero.

Ubicación del molino nº 2


Pastizales donde se proyecta el molino nº 3, cima del Pagolar al fondo


Los molinos nº4, nº5 se construyen sobre cultivos de eucaliptos y el nº 6 en parte sobre una plantación de pino insignis del Monte de Utilidad Pública Atxausi Andarrriaga perteneciente al pueblo de Luiaondo. 

 

Ubicación del molino nº 5

La pista de acceso al parque eólico aprovecha en parte la red de pistas forestales existentes y también prevé la apertura de nuevos tramos de pista. El acceso al parque eólico se proyecta desde la carretera A-3622 en Murga y sube hasta la casa forestal de Pagonabarra por la pista existente. La pista actual necesita ampliarse y en algunos tramos hormigonarse para poder accede con los transportes especiales y las grandes grúas de montaje.

Desde la casa forestal de Pagonabarra se abre una nueva pista hasta el monte Pagolar, aunque en algunos pequeños tramos se usan pistas existentes. La longitud de la nueva pista será de unos 4 km. Según el proyecto las pistas nuevas ocuparán 22,14 ha (221.400 m2).

Además se amplían y modifican otros 6,5 km. de pistas.

La sección tipo prevista de la pista de acceso al parque eólico es de 6 m. más cunetas y sobreanchos en las curvas. La ejecución de las pistas genera taludes de hasta 8 ó 9 metros de altura.



Sección tipo de pista, de 7-8 m. según topografía.

Los montes Pagonabarra y Pagolar albergan extensas plantaciones forestales de pino insignis y cultivos de eucalipto. De hecho el mayor eucaliptal de Araba se encuentra en el monte Pagonabarra con más de 100 ha. La intensa actividad forestal con especies de turno corto llevada a cabo en los últimos 60 ó 70 años ha limitado la existencia de valores naturalísticos relevantes en la zona. Sin embargo quedan algunos retazos de naturalidad. Son precisamente algunas de estas pocas manchas de bosquetes autóctonos de la zona, formadas por robles, castaños y abedules las que va a atravesar la nueva pista a construir entre la casa forestal de Pagonabarra y el monte Pagolar. El estudio de impacto ambiental no dice nada al respecto.

La ampliación de la pista también pone en peligro unos cuantos pies de robles grandes que existen en la zona.  

Al borde de la pista existen grandes pies de robles y fresnos que se talarán para ampliar la pista

Bosquete de robles y abedules que se verá atravesado por la nueva pista de acceso que se proyecta para unir Pagonabarra y Pagolar

Bosquete de robles y castaños que se eliminará para construir la pista entre Pagonabarra y Pagolar. Monte público del Ayuntamiento de Llodio

Rodales de robles y zona de matorral atravesados por la pista de acceso a Pagolar


La gestión forestal intensiva relega las escasas charcas y láminas de agua a las que se crean en las pistas por el paso de maquinaria forestal, espacios subóptimos, pero casi los únicos donde se reproducen las especies de anfibios presentes. La ampliación y afianzamiento de las pistas para el parque eólico supondrá su desaparición y por tanto efecto limitante para la reproducción de estas especies. El estudio de impacto ambiental no intuye esta cuestión, dado que los redactores no han estado en el monte.

Encharcamiento en pista forestal que el proyecto del parque prevé anchar y hormigonar 

Macho de tritón palmeado en periodo reproductivo en la misma charca. Los anfibios tienen escaso hábitat reproductor disponible.


La energía generada se volcará a la red eléctrica en la subestación Aiara 30 KV situada en Murga.

Junto a la casa forestal de Pagonabarra se ubicará la zona logística de obras que ocupará todo el espacio llano circundante al actual edificio, unos 8.500 m2. En este lugar se proyecta el centro de control y seccionamiento en un edificio de unos 50 m2

Entorno de la casa forestal de Pagonabarra, donde se proyecta la zona logística del parque eólico, sobre una de las escasas plantaciones de frondosas que hay en este monte.

La línea de evacuación de media tensión de 30 kV alcanza una longitud de 5,2 kilómetros soterrada en una zanja que discurre por el camino de acceso al parque eólico y los caminos de acceso a cada molino. Se iniciará en el Centro de Control y Seccionamiento, junto a la casa forestal de Pagonabarra y llegará hasta la Subestación “AIARA 30kV” en Murga

En la cumbre del monte Mostatxa se proyecta una torre meteorológica de altura igual a la altura de buje de los aerogeneradores (118 m).


Cima del monte Mostatxa, donde se proyecta la torre meteorológica. Al fondo Laudio.

El proyecto prevé la excavación de 254000 m3 de tierras y rocas y la ejecución de 234.000 m3  de terraplenes, de manera que sobrarían unos 20.000 m3 de tierras y rocas limpias cuyo destino no se concreta ni en el proyecto ni en el estudio de impacto ambiental que lo acompaña.

El proyecto adjunta el permiso de Acceso y Conexión de Iberdrola Distribución de fecha 3 de abril de 2023, para una planta generadora ubicada en un emplazamiento distinto al parque eólico FEROSCA I, ya que se corresponde con el proyecto denominado FEROSCA II en Amurrio, ubicado en la zona de Elejazar e Inordio, del que el promotor aun no ha solicitado permiso de construcción al Gobierno Vasco. Desconocemos si esta información es un error y si FEROSCA I tiene acceso a la subestación de Murga, ya que no viene avalado en el proyecto. 

Permiso de acceso de la línea del parque eólico FEROSCA I a la subestación de Murga. El permiso coincide con la ubicación de la central eólica FEROSCA II en Amurrio, que se proyecta en la zona de Elejazar.

En la jornada que organizó la SECEMU (Sociedad Española para la Conservación y estudio de los Murciélagos) hace unos días, sobre mortalidad de quirópteros en parques eólicos, se puso de manifiesto que en estas instalaciones se producen importante mortandades de murciélagos y que se tiene poco conocimiento de los efectos que a medio o largo plazo pudiera tener la mortalidad continuada de individuos en los parques eólicos. Éstos ejercerían un efecto sumidero con consecuencias difíciles de predecir a largo plazo.

En el caso del parque eólico FEROSCA I la empresa no ha hecho el estudio de avifauna y quirópteros que debe acompañar estos proyectos, por lo que no se sabe qué riesgo existe de colisión.

Sí conocemos como se mueven algunas especies de avifauna emblemáticas por la zona como por ejemplo el milano real (Milvus milvus), ya que varios ejemplares invernantes en Ayala fueron radiomarcados. Los milanos usan intensamente las campiñas de Ayala realizando vuelos hacia el sur sobrevolando las cimas de Pagolar y Pagonabarra, intersectando con la alineación de los molinos, lo que indica el peligro potencial de colisión. 

No sabemos si la empresa promotora del proyecto FEROSCA I ha realizado el estudio de avifauna y quirópteros, en el estudio de impacto ambiental señalan que están trabajando en ello. Si es así, esa información deberá ponerse en conocimiento del público en general para que quien quiera conocerla y valorarla lo pueda hacer, cosa que le correspondería llevar a cabo al Departamento de Industria del Gobierno Vasco. 

Movimientos de varios milanos reales radiomarcados en la zona del parque eólico en época de invernada. Cerca del parque eólico hay varios dormideros de milano real. Cada color corresponde con un ejemplar, en total se representan 5 ejemplares. Pero en los dormideros de milano real de las campiñas de Ayala hemos contabilizado cientos de ejemplares.

FEROSCA I está cerca de otros parques eólicos que se están tramitando o se prevé tramitar en nuestra comarca. Así a unos 4,5 km al este se ubica el parque eólico Larragorri o Jesuri, de 5 molinos y 25 MW de potencia instalada, entre Orozko y Laudio. A 3,5 km. hacia el sureste se proyecta el parque eólico FEROSCA II, en Amurrio con seis aerogeneradores y 27 MW de potencia instalada. A unos 3 km. al oeste se proyecta el parque eólico Las Américas entre Okondo y Gordexola, con otros 6 molinos y 35 MW de potencia.

También el Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables del País Vasco que está redactando el Gobierno Vasco prevé construir parques eólicos en el cordal Goikogane-Kamaraka en Laudio y Arrankudiaga y en el cordal Ganekogorta-Galarraga entre Okondo y Güeñes. 


Proyectos de energías renovables previstos en nuestra comarca, de momento.


Proyectos de energías renovables previstos en nuestra comarca, de momento.


 










miércoles, 15 de mayo de 2024

PAGADIETAKO ANIZTASUN IZKUTUA

 

 

Scilla lilio-hyacinthus


PAGADIETAKO ANIZTASUN IZKUTUA

 

Allium ursinum


Noiz hasten da udaberria? Egutegi eta astronomiak ekinozioari erreparatzen diote, eguna eta gauaren iraupena berdintzen diren egunera. Elizarentzat eta nekazal munduarentzat hortxe zebilen ere. Martxoaren 19an San Jose ospatzen zen, eta udaberriko “lehen” loreak “San Jose loreak” omen ziren, primulak.

Egia esan, hau ez da guztiz egia, negu betean hainbat lore goiztiarrek gure mendietako larre tristeak apaintzen baitituzte, aurreko batean aipatutako lilipen kasu. Hala ere, udaberria belardietako loratzearekin lotzen duen ideia ondo errotuta dago gure gogoan. Bada ordea beste udaberri bat, sekretuagoa, konfidentzialagoa, iheskorragoa: basopeko udaberria.

Gure basoek, pagadiek bereziki, itxura homogeneoa erakusten dute udan zehar. Hostailaren itzalpean, aniztasun handirik gabeko eremuak dirudite. Adaburuak goian eta orbela azpian, besterik ez. Baina badira aste batzuk, zuhaitzen hostoak erabat zabaldu aurretik, non baso hauek izkutatzen duten landare aniztasun guztia ikusgai eta ikusgarri agertzen den.

Dagoeneko egunak luzatzen doaz, eta eguzkiaren fereka oztoporik gabe iristen da pagadipeko lurretara, lubeltza epelduz. Laztan horri erantzunez, beste urtaroetan izkutaturik eta ikusezin diruditen espezie batzuk arrapaladan ernetzen eta loratzen hasiko dira. Landare “nemoral” deitu ohi zaie, “basoarenak, edo basoan bizi direnak”.

Denbora mugatua dute argitasunaz baliatzeko. Aste gutxi barru, pagoen hostaila zabaldurik, basopea berriz argi-itzalaren erreinua bihurtuko da datorren udaberriraino. Akabo argitasuna loreak sortzeko eta polinizatzaileak erakartzeko. Baina bitartean, izango dugu gogoa eta begirada gozatzeko nahiko aitzaki.

Anemone nemorosa, baso-anemona, erruz eta ugari agertuko da goroldioz estalitako lapiaz eta eroritako enborren artean. Itxura apaleko lorea da, antzinako greziarrentzat ezinezko maitasunaren ikurra. Bi kondaira iritsi dira guregana anemonaren inguruan, biak nolabait zapuztutako pasioaren ispilu. Aurrenekoaren arabera, lorea Adonis ehiztari ederraren odol jariotik jaio zen, basurde batek Afroditak maitatutako gazte hau eraso eta akabatu zuenean.

Beste kondairak bere izenari erreparatzen dio, “anemone”, “haizearen alaba”. Anemone ninfa bat zen, Cloris landaretzaren jainkosaren ardurapean bizi zena.  Zefirok, haizearen jainkoak eta Clorisen senarra, Anemonez maitemindu zen, eta   Cloris-ek, jeloskor, bere ondotik uxatu zuen, lorea bihurturik. Hain lore apal eta hauskor ze haizearen ferekarik finenak ere bere petaloak erauziko zizkiola, eta beraiekin bizitza.

Basoko beste eremu batzuetan Scilla lilio-hyacinthus-en dotorezia koloretsuak gailenduko da, zimeldutakoan bere hosto distiratsuak lekuko moduan utzirik. Oso pozoitsua izanik, agian handik datorkio izena, Scila Odiseako itsas munstro baitzen.

Allium ursinum, hartz baratxuria, loratze jaiari elkartuko zaio, tarteka multzo sendoak osatuz.

Badira baso azpiak kolorez betetzen dituzten beste espezie batzuk: bioleta txiki apala, gibel-belarra, apetatsuki bi koloretako loreak eskainiz, batzuetan zuri, beste batzuetan urdin. Edo primulen eztanda horia. Badira ere aurrekoak baino goiztiarragoak ere, otsababa emea kasu, han eta hemen sakabanatuta. Bere lore berdexka ikusgarria ez izan arren, erlastarrek biziki maite dute. Baina guzti hauen banaketa zabalagoa da, bai denboran, baita habitatari dagokionez.

Hasieran aipatutako hirukotea, ordea, Anemone nemorosa, Scilla lilio-hyacinthus eta Allium ursinum, edertasun iheskorragoa eskaintzen digute, eta agian horregatik maite ditut bereziki. Basoan bizitzera mugatuak, loratze goiztiar eta motz batera izatera behartuak, eta hala ere basoetako bitxirik ederrenak, arraroenak, izkutuenak izaki…

Alpinismorako baldintza kaxkarrak utzi digun udaberri trakets honetan, gustura itzuli naiz Salbadako magaletako basoetara, zuekin berraurkitzera.

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Anemone nemorosa

 

¿Cuándo empieza la primavera? La astronomía y el calendario toman como referencia al equinoccio, cuando la duración del día y la noche se igualan. Lo mismo sucede con la Iglesia y el mundo rural. El 19 de marzo se celebraba a San José, y las “primeras” flores del año eran las “flores de San José”, las prímulas.

A decir verdad, esto no es del todo cierto, pues en pleno invierno ya algunas flores tempraneras adornan las tristes pastizales de nuestros montes, como los narcisos. En cualquier caso, es una idea bien arraigada el asociar la primavera con la floración en los prados y pastizales. Pero existe también otra primavera, más secreta, confidencial y huidiza: la primavera del sotobosque.

Nuestros bosques, los hayedos en especial, ofrecen un aspecto homogéneo durante la estación estival. Parecen lugares sin mucha diversidad a la sombra de su follaje. Las hojas contra el cielo y la hojarasca sobre el suelo, nada más. Pero durante algunas semanas, antes de que las hojas de los árboles se desplieguen en su totalidad, toda la diversidad vegetal que ocultan estos bosques se muestra, visible y vistosa.

Las jornadas van alargando, y la caricia del sol llega sin obstáculos hasta el suelo bajo el hayedo, templando el humus. Respondiendo a esa caricia, algunas especies que el resto de estaciones permanecen escondidas e invisibles, se apresuran a brotar y florecer. Son las plantas “nemorales”, “pertenecientes al bosque, o que viven en él”.

Su tiempo es limitado. En pocas semanas, desplegada ya las hojas en las ramas, el sotobosque se convertirá de nuevo en un reino de penumbras hasta la próxima primavera. Ya no habrá luz para florecer y atraer así a los polinizadores. Pero hasta entonces, no nos faltaran pretextos para que la mirada y el espíritu se solacen.

Anemone nemorosa aparecerá abundante entre el lapiaz  cubierto de musgo y los troncos caídos. Es una flor de aspecto humilde, para la Grecia clásica símbolo de amores imposibles. Nos han llegado dos leyendas sobre ella, ambas reflejo de pasiones frustradas. Según la primera, la flor habría surgido de la sangre de Adonis, el joven y bello cazador del que Afrodita se había encaprichado, al ser atacado por un jabalí que acabó con su vida.

La otra historia hace referencia a su nombre, “anemone”, “hija del viento”. Anemone era una ninfa que vivía al amparo de Cloris, diosa de la vegetación. Céfiro, dios del viento y marido de Cloris se enamoró de Anemone, ante lo cual Cloris, celosa, la alejó de su presencia convirtiéndola en flor. En una flor tan frágil y humilde que la más sutil caricia del viento le arrancaría los pétalos, y  con ello la vida.

En otras zonas del bosque destacará la colorida elegancia del jacinto estrellado, Scilla lilio-hyacinthus, que al marchitarse dejará como testigo sus hojas brillantes. Es muy tóxica, y tal vez de ahí le venga el nombre, pues Scill era un monstruo marino de la Odisea.

El ajo de oso, Allium ursinum, se unirá a la fiesta de la floración, formando a veces densos mazizos.

Existen otras especies que llenan también el sotobosque de color: la pequeña y humilde violeta, la caprichosa hepática, que lo mismo ofrece flores azules que blancas. O la amarilla explosión de las prímulas. Las hay incluso más precoces, como el heléboro verde que aparece aquí y allá. Aunque su flor verdosa no parece llamar la atención, es muy apreciada por lo abejorros. Pero todas estas especies son de distribución mucho más amplia, tanto en el tiempo como en su habitat.

En cambio, el trío antes mencionado, Anemone nemorosa, Scilla lilio-hyacinthus eta Allium ursinum, nos ofrecen una belleza más fugaz, y tal vez por eso me gustan especialmente. Reducidas a vivir en el bosque, obligadas a una floración temprana y corta, siendo sin embargo las joyas más hermosas, raras y escondidas del sotobosque.

En esta primavera revuelta que ha dejado malas condiciones para el alpinismo, he vuelto con gusto a los bosques del escarpe de Sierra Salbada, a reencontrarme con vosotras.

 

Patxi Aiaratik


Allium ursinum








Scilla lilio-hyacinthus




Semillas de Scilla








Macizo de anémonas