martes, 5 de febrero de 2019

Mozola (Athene noctua) Urduñan berreskuratzeko plana / Plan para la recuperación del mochuelo en Orduña


El pasado mes de noviembre se firmó un convenio de colaboración para cuatro años con el ayuntamiento de Orduña (Bizkaia) para la recuperación del mochuelo europeo en todo el término municipal que incluye además de este núcleo urbano los cuatro pueblos que forman la Junta de Ruzábal: Mendeika, Lendoñogoiti, Lendoñobeiti y Belandia.
Actualmente se tiene constancia de una pareja reproductora de mochuelos en Artomaña que lleva varios años sacando pollos con éxito. Aprovechando dicha productividad hemos pensado que es una buena oportunidad para poner en marcha un plan de actuación que permita recuperar la población de mochuelos en Orduña.
El proyecto de recuperación se centra en tres medidas: la colocación de cajas nido de cara a aumentar las posibilidades de asentamiento de nuevas parejas, la mejora del hábitat fomentando la vegetación natural y aconsejando la disminución del roturado o el mantenimiento de rodales de cobertura vegetal alrededor de cada línea de plantación en los viñedos durante el máximo tiempo posible y así favorecer la presencia de presas para el mochuelo y, finalmente, la sensibilización ciudadana.
Viñedos de txakolí. Arrastaria.
El mochuelo es una de nuestras rapaces nocturnas junto con lechuzas, cárabos, búhos chicos y autillos, aunque estas dos últimas especies sólo nos visitan durante la época reproductora. La situación actual del mochuelo en la península Ibérica es de un alarmante descenso que se estima en un 46% desde 1998 debido principalmente a la transformación del medio agrario y a la pérdida de lugares apropiados para nidificar.
En el caso de Orduña y su entorno las casusas del declive del mochuelo son de la misma naturaleza. La modernización de las labores agrícolas y ganaderas y las transformaciones de las edificaciones en las que encontraba cobijo han hecho que una especie que era relativamente común en nuestras zonas de campiña pase a estar prácticamente ausente. Incluso en el municipio de Orduña, donde aún se mantienen aparentemente intactas las campiñas, la especie ha sufrido un drástico declive.
Paisaje de campiña. Lendoñobeiti.

Según el artículo Intensive census of nocturnal raptors in Biscay, publicado en el año 1997 en el volumen 49 de la revista Munibe (Ciencias Naturales-Natur Zientziak) se detectó la presencia del mochuelo en 272 cuadriculas UTM de 1x1 Km del territorio de Bizkaia y de esas 272, 8 se encontraban en el municipio de Orduña.  Posteriormente, en el año 2009 se realizó otro informe, Distribución y red de seguimiento del mochuelo común (Athene noctua), donde no se localizaron mochuelos en el municipio de Orduña. Dicho informe cita textualmente:
“En las zonas de muestreo de Orduña, donde aún se mantienen prácticamente intactas las campiñas, no se detectó ni un solo mochuelo, por lo que se hizo una revisión de los nidos conocidos. Así, habían desaparecido cuatro nidos que conocíamos en los años noventa. Los nidos, situados en agujeros de casas viejas, habían desaparecido debido a la remodelación de los edificios en los últimos tres años. De hecho, los vecinos nos comentaron que se había dado una serie de ayudas para restaurar las antiguas casas, y la mayoría de los caseríos están ahora transformados. Esto ha causado la pérdida de lugares apropiados para anidar y, por lo tanto, la desaparición de los mochuelos reproductores (ver Van Niewenhuyse et al. 2008)”.
Colocación de caja-nido de mochuelo
Entre los beneficios que aporta el mochuelo a la agricultura, y que es necesario informar y concienciar a la población, es que actúa como control biológico de plagas y de esta manera reduce o incluso elimina de nuestros campos la utilización de rodenticidas anticoagulantes, muchos de los cuales ya han sido prohibidos debido a los daños derivados de su afección en los animales. Además, el mochuelo puede ser uno de los principales mecanismos para combatir también insectos que causan problemas en algunos cultivos, como el gusano blanco (Melolontha papposa y otros que puedan afectar a los cultivos de vid), ya que captura a los adultos de dichos insectos y a sus orugas.
Para dar con el diseño adecuado de caja nido se ha consultado a un experto, Iñigo Zuberogoitia. Tras analizar varios diseños, parece que el que mejor resultado proporciona en cuanto a protección ante depredadores es el utilizado por los grupos ornitológicos belgas y que también se comercializa aquí (modelo Schwegler). La parte posterior ofrece mayor protección contra depredadores, en especial mustélidos y cárabos, mediante dos agujeros consecutivos y descentrados y con una doble pared en el fondo que favorece una mayor ventilación del nido. A día de hoy se han colocado ya tres cajas nido en Orduña y se están tramitando permisos con la Junta de Ruzabal para instalar allí otras tantas.

El mochuelo forma parte de nuestro paisaje desde hace siglos y es necesario el compromiso de todos para que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de esta ave y de todo un patrimonio natural como el nuestro caracterizado por la diversidad de hábitats y la alta riqueza de su flora y fauna. Un compromiso que debería estar por encima de los límites provinciales que separan esta población de mochuelos entre Araba y Bizkaia y realizar un esfuerzo conjunto para su recuperación.

Egoitz