miércoles, 13 de diciembre de 2023

Emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Los alaveses y alavesas somos los que más emitimos per cápita de Euskadi

 

El pasado mes de septiembre el Gobierno vasco ha publicado el “Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Euskadi” que puede consultarse en este enlace

Según este documento los alaveses y alavesas somos los que más Gases de Efecto Invernadero emitimos per cápita de Euskadi.

El documento analiza las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero-GEIs (dióxido de Carbono CO2, metano CH4, óxido nitroso N2O y gases fluorados HFCs, PFCs y SF6) en los distintos sectores: industria energética, industria manufacturera y transformadora, sector residencial, sector servicios, transporte, sector primario y gestión de residuos.

El cálculo se realiza mediante una metodología estandarizada establecida por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que a su vez se basan en las Guías Metodológicas establecidas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC)

Si bien Araba por su menor población y actividad contribuye con el 18% de las emisiones de GEIS de Euskadi, frente al 30% de Gipuzkoa y el 52% de Bizkaia, (pincha en las imágenes para verlas más grandes)

Araba es el territorio donde menos han disminuido las emisiones de GEIs desde el año 2005, tal como se refleja en la siguiente gráfica (línea roja corresponde a Araba)

El año 2005 es el año de referencia para valorar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paris que establece unas reducciones anuales vinculantes de las emisiones de gases de efecto Invernadero por parte de los Estados miembros para 2030. El compromiso para España es de una reducción del 37,5% respecto al año 2005.

Si analizamos las emisiones de CO2 los alaveses somos los que más emitimos per cápita de Euskadi, tal como se refleja en este gráfico. Emitimos 9,3 toneladas de CO2 por persona y año, frente 8 en Bizkaia y 7,4 en Gipuzkoa:


Si nos fijamos solo en los sectores difusos, es decir aquellos que no están reguladas por la normativa de comercio de emisiones, fundamentalmente el sector transporte (sin contabilizar las emisiones del transporte aéreo internacional), el sector residencial y servicios, residuos y a las instalaciones industriales y energéticas de tamaño medio y bajo, no afectadas por la citada normativa, las emisiones per cápita en Araba se disparan respecto a Bizkaia y Gipuzkoa. En Araba alcanzamos las 6,9 toneladas de CO2 por habitante y año, frente a las 3,6 de Bizkaia y las 5,1 de Gipuzkoa.



Analizando las emisiones por sectores en Araba vemos como el sector transporte es el sector que más contribuye a las emisiones totales de GEIs:

 


Y es el sector que mantiene e incluso experimenta un aumento de emisiones a lo largo de los años alcanzado en 2021 casi 1,5 millones de toneladas de CO2



A escala de Euskadi el sector del transporte es el único que ha aumentado sus emisiones de GEIs desde el año de referencia 2005. Sin embargo los sectores industriales, el energético y la agricultura han disminuido sus emisiones tal como se refleja en esta gráfica.

En términos absolutos el sector transporte es el que más GEIs emite en Euskadi, superando incluso al sector energético.



Con estos datos parece lógico pensar que el sector transporte, en Araba en particular, merece un esfuerzo adicional para la reducción de emisiones. Dicho eufemísticamente por ejemplo en Araba hay margen de mejora para el servicio de transporte público en autobús. Mientras tanto seguimos gastando millones de euros en nuevas carreteras.

El impulso al transporte público en detrimento del coche particular para la movilidad de las personas, uso de la bici o el caminar en entornos urbanos, fomento de uso del tren, diseño urbano compacto y complejo, planes de transporte en centros de trabajo con un número elevado de trabajadores, compartir coche, teletrabajo, fomento de carriles bici, no facilitar la presencia del coche particular en los centros urbanos, fomento del comercio local frente al cibercomercio, etc., son recetas archiconocidas.

Este pasado mes de noviembre la temperatura media del planeta superó los 2ºC de calentamiento global de manera puntual y por primera vez respecto a la era preindustrial (1850-1900) como se ve en la imagen de debajo, según informó el Servicio Europeo de cambio Climático Europeo Copernicus.

Recordemos que el acuerdo de Paris tiene como objetivo evitar que el incremento de la temperatura media global del planeta supere los 2ºC respecto a los niveles preindustriales y busca, además, promover esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5ºC.

 



domingo, 10 de diciembre de 2023

Excursión de otoño organizada por Muskerrak a los barrios de Mariaka y Pardío para dar a conocer nuestra naturaleza

 

Pueblo de Amurrio. Al fondo la Sierra Salvada

El domingo 26 de noviembre el grupo Muskerrak en colaboración con el Ayuntamiento de Amurrio organizó una salida a los barrios de Mariaka y Pardío para dar a conocer los valores naturales que posee nuestro entorno más cercano. Esta salida se enmarcaba en los cambios que se producen en la época otoñal: migración de las aves, la caída de las hojas de los árboles caducifolios, la abundancia de setas o la fructificación de los frutos y bayas otoñales. En definitiva, se trata de una salida guiada y comentada por varios miembros de esta asociación, buenos conocedores de la naturaleza de nuestro valle.

Telarañas enredadas en el barrio de Abiega.

Desde la plaza del ayuntamiento cruzamos el casco urbano y nos dirigimos hacia el barrio de Abiaga. Había caído rocío y gracias a ello pudimos observar un sinfín de telarañas enredadas en alambres espino y arbustos, un fenómeno conocido como lluvia de telarañas. En este caso las arañas tejen su telaraña no para cazar sino para desplazarse, a veces decenas de kilómetros formando parte del aeroplancton.

En el Paseo Lineal del Nervión

Cruzamos el río por el puente de Olako y aquí no podía faltar una explicación de la mala calidad ambiental del rio Nervión donde aún se vierten las aguas fecales de los vecinos de Amurrio a la espera de que terminen de construirse las depuradoras de aguas residuales de Markijana y Areta. A pesar de la grave degradación de nuestro principal río también pudimos comentar que en Luyando existe una colonia reproductora de garzas reales y que las cámaras de fototrampeo han grabado garduñas, ginetas y, en los últimos años, nutrias merodeando las orillas de este rio.

Arroyo de Mariaka

Atravesados los prados de Abiaga nos introdujimos en una pequeña mancha de roble pedunculado. Este árbol es el que potencialmente debería formar los bosques del fondo de nuestros valles, pero la idoneidad del suelo también para pinos insignis y eucaliptos y su consiguiente explotación ha reducido a estos árboles a una presencia testimonial y muy fragmentada. Detectamos por el canto dos aves forestales: el chochín y el trepador azul. Aquí también nos encontramos con multitud de setas pues este otoño ha traído lluvias que, junto con las moderadas temperaturas, son las condiciones ideales para que salgan: amanitas como la citrina o la muscaria, russulas, níscalos, pardillas, armilarias… Por favor, no las arranques innecesariamente, poseen una importante función ecológica.

Coprinus comatus

Amanita muskaria

Nuevamente salimos a los prados que conforman el entorno del barrio de Mariaka formado por la vieja torre y la cabaña. Aunque no encontramos en esta ocasión ningún indicio de fauna, en estos edificios hemos solido hallar egagrópilas de lechuza y guano de murciélago, concretamente de murciélago grande de herradura que, incluso hemos llegado a observarlo en alguna ocasión. Las edificaciones humanas son refugio para muchas especies de fauna con las que llevamos conviviendo cientos de años.

Barrio de Mariaka

Barrio de Mariaka

De Mariaka nos trasladamos a nuestro punto final, al robledal trasmocho de Pardío, el más grande de la Comarca Cantábrico Alavesa. El trasmochado es una técnica para aprovechar la madera de los árboles consistente en cortar cada diez años aproximadamente las ramas que van creciendo a una altura de unos tres metros a la vez que permitía el aprovechamiento de su fruto y del pasto por el ganado doméstico. Como explicación final comentamos que la intensa explotación forestal practicada durante siglos y que seguimos manteniendo en una gran superficie ahora en forma de cultivos forestales, impide el desarrollo de los organismos que dependen de árboles maduros, sobre todo de ejemplares viejos y senescentes, llamados saproxílicos, todo un ecosistema en sí mismo.

En el barrio de Pardío

Hacia el barrio de Pardío

Roble trasmocho en Pardío 

Coincidiendo con otras estaciones realizaremos más salidas para dar a conocer nuestra naturaleza, su fauna y su flora ¡anímate!




lunes, 4 de diciembre de 2023

Corzos, defaunación y parques eólicos

 


La imagen del corzo con la que se abre esta entrada fue tomada desde la ventana de casa en Murga. Hoy día los corzos se encuentran presentes en todo el territorio vasco y llegan a las mismas puertas de ciudades como Vitoria-Gasteiz. Sólo tenemos que madrugar un poco y acercarnos a alguna zona de prados para observar algún ejemplar, y no es raro durante un paseo por el campo descubrir un encame donde el corzo ha descansado unas horas o sus huellas clavadas en el barro.

Pero la documentación histórica nos dice que no siempre fue así, poco faltó para que se extinguiese o, mejor dicho, para que le extinguiésemos. A parte de ejemplares divagantes que pudieron verse por algunas montañas como el Gorbea, el único núcleo de población que quedaba en las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo XX se encontraba en los Montes de Vitoria. No hicieron falta medidas de conservación ni sueltas de ejemplares capturados en otros lugares, el éxodo rural hacia las ciudades con el consiguiente abandono del campo y la ausencia de depredadores naturales como el lobo que se encontraba igualmente en una situación límite tras siglos de batidas y veneno, favorecieron la rápida expansión de este ungulado.

Corzo fotografiado en Sierra Salvada


Fue una suerte que no se extinguiese porque era el último de nuestros grandes herbívoros silvestres que había logrado sobrevivir a nuestra intensa y secular persecución. Hacía unos siglos que habíamos cazado el último ciervo (aunque en los años cincuenta y ochenta del siglo XX se realizaron reintroducciones en el Macizo del Gorbea a partir de ejemplares procedentes de los montes de Toledo y la Sierra de Cazorla) y con anterioridad habíamos acabado también con rebecos, cabras montesas, uros, caballos salvajes y bisontes. Es como si hubiésemos eliminados a cebras, ñus, búfalos y antílopes de la sabana africana dejando tan sólo algunas gacelas, o como si hubiéramos exterminado los grandes de rebaños de antílopes saigas y gacelas de Mongolia de las estepas de Asia Central respetando algún que otro asno salvaje.

Bisonte europeo. Atapuerca.


Lamentablemente las extinciones del mundo animal a lo largo de la historia no sólo han afectado a estos grandes herbívoros como bien sabemos. Aunque para explicar mejor la actual pérdida de biodiversidad se ha hecho necesario introducir un nuevo término, el de defaunación, que hace referencia no sólo a la extinción de especies, si no la disminución de las poblaciones de fauna en general que, aunque no se encuentren especialmente amenazadas, sí que han experimentado en las últimas décadas un fuerte descenso tanto en su número como en su área de distribución.

Caballo Przewalski. Atapuerca.


Podríamos enorgullecernos, diciendo que a diferencia del pasado hoy existe una conciencia conservacionista y una amplia legislación que protege la pérdida de la biodiversidad, pero el caso es que seguimos extinguiendo especies y además a una velocidad alarmante y desconocida hasta la fecha. Lo que también es propio de nuestra época son las justificaciones para no evitar este declive de especies y ejemplares. A finales del mes pasado salió a información pública el proyecto del Parque Eólico Larragorri que tiene previsto levantar 5 aerogeneradores de 5 MW en los términos municipales de Amurrio, Llodio y Orozko. Precisamente este mismo otoño un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas junto con la Estación Biológica de Doñana nos alertó de que según sus estimas casi un millón de murciélagos podrían estar muriendo anualmente en los parques eólicos españoles.