jueves, 12 de enero de 2023

Lluvia de telarañas

 

Prado en Murga

Los días de altas presiones con los que finalizaba el año 2021 y comenzaba el 2022 amanecieron con un sinfín de telarañas que cubrían los prados y se enredaban en zarzas y alambres espinos. Un año más tarde, alrededor del día de Reyes, también en un momento de estabilidad atmosférica, hemos visto cómo se repetía este mismo fenómeno.

Zuaza

Como podemos imaginar, son cientos de arañas diminutas las que se encuentran detrás de cada uno de estos hilos que, sin embargo, no han sido tejidos para atrapar e inmovilizar a sus presas, sino para desplazarse, una técnica que ha sido llamada vuelo de araña o balooning, consistente en lanzar su hilo bajo determinadas condiciones atmosféricas propicias y dejarse arrastrar por el mismo, pudiendo llegar de este modo a decenas de kilómetros de distancia.

Zuaza

Seguramente, las arañas esperaron a esos días caracterizados por las altas presiones y de gran estabilidad atmosférica, donde el calor que acumula la tierra asciende a gran altura sin el obstáculo de las nubes.

Zuaza

Estas arañas pasan a formar parte del aeroplancton o plancton aéreo, es decir, ese grupo de organismos microscópicos compuesto por múltiples formas de vida como virus, hongos o pequeños artrópodos como arañas e insectos que viven en el aire y que utilizan la atmósfera para completar su ciclo vital.

Una de las cientos de arañitas

Es un fenómeno del que se tenía constancia desde la Antigüedad y que el propio Charles Darwin observó en 1832 cuando navegaba con el Beagle por la costa oriental del Rio de la Plata: En varias ocasiones estando en el Beagle dentro de la desembocadura del Plata, las jarcias se cubrieron de telas de una araña menuda. Un gran número de pequeñas arañas de 2,3 milímetros de longitud y color rojo oscuro, estaban pegadas a las telas. Calculo que habría algunos millares en el barco.

Monte en Ayala

Las lluvias de telarañas son más espectaculares en otros lugares del globo como Australia o Sudamérica donde son llamadas babas del diablo o hilos de la virgen, aunque como se aprecia en nuestras fotos, los días en los que se observa aquí este fenómeno crean un paisaje único, fantasmagórico.