viernes, 30 de diciembre de 2022

Homenaje a la mula

 

Mula en el barrio bilbaíno de Buia

El ganado mular desapareció de nuestros campos hace ya varias décadas, con el declive del mundo agrícola, cuando se sustituyeron los arados y trillos por tractores, y los carros y carretas por automóviles y camiones. Esta es la razón por la que los niños y los jóvenes no han visto en su vida una mula y cuando se les muestra una imagen indican que se trata de un tipo de burro; se conoce mucho mejor al reno que acompaña a Santa Claus que a la mula del Belén.

Mula en el barrio bilbaíno de Buia

Las generaciones de más edad tuvimos la suerte de conocer las últimas mulas trabajando en los campos o empujando carros como el de Jesús para repartir la paquetería por el pueblo de Amurrio, aquello era sostenibilidad y no la furgoneta de Amazon. Y en el caso de las personas ancianas de nuestro valle, ellas sí que conocieron a las mulas y a los machos siendo parte de su paisaje, de su economía e, incluso, de su propio patrimonio, y sabían su verdadero valor.


Arabako Artxiboa. Archivo de Álava. Photoaraba

La mula y el mulo (también llamado macho) es el resultado de cruzar una yegua y un burro, es decir, es la hibridación de dos especies diferentes: Equus ferus caballus y Equus africanus asinus. El producto de esta unión posee múltiples ventajas respecto a los caballos: soportan mayores cargas, son más resistentes, viven hasta los 40 o 50 años, son menos exigentes en cuanto a la cantidad y calidad de alimento, aprenden más rápido y son menos asustadizos por lo que resultan más seguros para la cabalgadura o el tiro.


Arabakoa Artxiboa. Archivo de Álava. Photaraba


No es de extrañar, por tanto, su conocimiento, uso y alto valor desde los albores de la domesticación de los animales. Adquieren gran importancia para el trabajo en el campo y tanto más en aquellos lugares donde transcurren importantes vías de comunicación y se necesitan estos animales para el transporte, como es nuestra propia comarca. Existe un documento en el archivo de Ayala datado en 1630 que señala las bajas causadas a la mulatería como el mayor perjuicio de los ataques de los lobos en la Sierra Salvada.


Mula en mosaico romano.

A medida que avanzaba la industrialización a lo largo del siglo XX, con la consiguiente trasformación económica y social de todo el territorio, dejaron de criarse gran parte de las razas de ganado que hasta entonces formaban parte de la economía tradicional por ser menos productivas y competitivas en los nuevos mercados. Llega un momento en el que estas razas se ligan con la pobreza y el atraso, son despreciadas, y algunas de ellas como el chato vitoriano desaparecerán para siempre, mientras otras se encontrarán en una situación crítica.


Pottokas en Oiardo de Martha

Por fortuna, pronto nos dimos cuenta de que algunas de estas razas estaban circunscritas únicamente a nuestro territorio, que sus orígenes podían ser muy antiguos y que con el paso del tiempo se encontraban perfectamente adaptadas al entorno. Adquieren entonces un valor patrimonial: forman parte de nuestro paisaje, historia y cultura, y se convierten en una marca exclusiva de cara a fines comerciales donde cada día son más reconocidos los productos de kilómetro 0 y con etiquetado de denominación de origen. Actualmente las administraciones velan por la conservación de nuestras razas, proporcionan ayudas económicas para quienes las crían y organizan ferias para su fomento.


Caballo losino en Lezama de Javier.

El ganado mular queda fuera de cualquier objetivo de conservación, lo cual resulta bastante obvio ya que no es ninguna raza pura, ni siquiera una raza ¡Pobres mulas y mulos! Del mismo modo que hablaba la mula Francis démosles voz a estos animales para defenderse y no ser condenados al olvido. En un hipotético juicio sobre su condena o salvación su abogado preguntaría al juez:  “¿por qué razón tenemos que conservar u las razas puras y no a la mulatería?,¿por su particularidad genética? Si es así que me presenten pruebas de esa pretendida uniformidad genética a lo largo del tiempo que demuestren que durante siglos no ha habido cruces con otras razas o que el cambio sustancial operado en el paisaje sobre todo en el último siglo, pero también en otros momentos de cambio en la historia, no ha modificado la morfología de estos animales una y otra vez para adaptarse a la funcionalidad que requería el momento”.


Arabako Artxiboa. Archivo de Álava. Photoaraba. Arriero en las inmediaciones de Vitoaia.

Finalmente, el abogado mular invitaría  al jurado popular a reflexionar sobre cuánto hay de objetivo en la preservación de las razas puras y si no hay algo también de reafirmación de nuestra propia identidad en un mundo cada día más globalizado y despersonalizado. Quizá por esta razón gocen de mayor popularidad los caballos pottokas, las ovejas latxas o los perros pastores vascos que, incluso, especies en peligro de extinción que habitan muy cerca de nosotros como el milano real o el murciélago mediterráneo de herradura.


Arabako Artxiboa. Archivo de Álava. Photoaraba. Inmediaciones de Vitoria.

En cualquier caso, tenemos que reconocer que no es necesario conservar el ganado mular mientras existan caballos y burros, aunque aquí también habría que preguntarnos si no hay igualmente ciertos prejuicios de rechazo hacia la hibridación: un rechazo popular que lo veía como un apareamiento antinatura y un rechazo académico donde la hibridación no parecía encajar con las teorías y categorías al uso. Hoy día se considera la hibridación como uno de los motores de la evolución y son cientos los casos que se conocen, incluido el nuestro sin ir más lejos, los Homo Sapiens,  ya que portamos genes de Neandertales, de los cuales poseemos entre un 1 y 4% de su ADN.


Arabako Artxiboa. Archivo de Álava. Photoaraba. Trabajos de vendimia en Labastida.

Es tan escaso el ganado mular que sólo hemos localizado un animal en toda la comarca, una mula de 41 años en Orduña, lástima que no hayamos podido fotografiarla para abrir esta entrada del blog, para ello hemos tenido que ir hasta el mismo Bilbao por extraño que parezca, en el barrio de Buia.


Mula y burro en el barrio de Buia. Bilbao.