miércoles, 27 de julio de 2022

Luciérnagas o larvas de luz

 

Las luciérnagas siempre han cautivado al ser humano por esa capacidad que poseen las hembras de generar luz y que las convierte en unos seres llamativos, inconfundibles, enigmáticos y, desde luego, mágicos. No tenemos más que observar la emoción que experimenta un niño la primera vez que encuentra una en el campo.

Macho y hembra de luciernaga. Foto: Ludovico de la Vega.

Sin embargo, después de esa primera emoción surge la sorpresa al comprobar que las luciérnagas no poseen el aspecto que creíamos, quizá confundidos por ese nombre tan utilizado hoy día que es el de gusanos de luz. Lo primero que hay que aclarar es que las luciérnagas son coleópteros, escarabajos, algo de lo que no tendremos dudas si observamos a un macho de élitros marrones.


Macho y hembra de luciérnaga. Foto: Ludovico de la Vega

Pero las hembras, que como hemos dicho son las que emiten luz, no poseen el aspecto de un escarabajo, ni del típico gusano, sino de larva (pedomorfismo), con el tórax y el abdomen claramente segmentado, sin capacidad de vuelo y de color oscuro en este caso. Se trata de una estrategia evolutiva conocida como neotenia por la que una especie encontraría ventaja manteniendo características morfológicas de estados larvarios cuando ha alcanzado ya la madurez.

Larva de luciérnaga alimentándose de un limako, Foto: Ludovico de la Vega

Los medios de comunicación y las redes sociales se hacen eco de las noticias que alertan sobre la importante disminución de las luciérnagas, y muchas personas relacionadas con el entorno rural también aseguran que hace décadas el numero de ejemplares que se observaba era mucho mayor que ahora. Además, todo ello sería coherente con el drástico descenso de los insectos registrado desde mediados del siglo pasado. Pero de momento hemos de ser cautos ¿en qué datos objetivos nos basamos para decir que han disminuido?¿qué periodo de tiempo abarcan esos datos?¿en qué área geográfica y hábitat? Si hubo más luciérnagas en su día ¿fue así siempre o se debió a la influencia del hombre en el medio?

Luciérnaga en Murga.

De cualquier manera, si salimos a caminar una noche de verano por el campo, tarde o temprano, acabaremos descubriendo esa pequeña luz emitida por la parte final del abdomen de una hembra, como bien apunta su nombre en euskera ipurtargi.