miércoles, 2 de agosto de 2023

Cientos de pinos silvestres de la Cuadrilla de Ayala se secan por la sequía de 2022

 

Estremece ver tantos pinos silvestres (Pinus sylvestris) secos al sur de la Cuadrilla de Ayala, fundamentalmente concentrados en la zona de la sopeña. No se trata de los efectos de una plaga como fue el caso del hongo Mycrosphaerella dearnessii, también conocido como banda marrón, que afectó a los pinos de Monterrey en 2018, esta vez ha sido la combinación de la escasa precipitación y de las altas temperaturas registradas a lo largo de 2022 la que ha acabado matando los árboles.

Pinos silvestres secos en el pantano de Maroño

En abril de este mismo año publicamos una entrada en este blog sobre las altas temperaturas registradas a lo largo de 2022 que le convertían en el año más cálido desde que se tenían registros, y a estas altas temperaturas se sumó una precipitación por debajo de los 800 mm, lo que provocó, entre otros efectos que mencionamos en aquel texto, la muerte de cientos de pinos silvestres en nuestra comarca. Recorriendo la zona podemos observar esos rodales de color marrón que indican la muerte de los pinos.

Pinos silvestres secos. Entorno ermita de Extaurren

El pino silvestre se distribuye desde Manchuria a Escocia y de Sierra Nevada a Escandinavia, es el árbol de área más extensa de Europa. Dentro de la península Ibérica comprende tres núcleos principales: Pirenaico, Central e Ibérico con un apéndice meridional y otro septentrional que llega a los montes vasco-cantábricos. Concretamente en el País Vasco ocupa una extensión de unas 17.000 Ha. Por sus requerimientos climáticos se considera una especie típica del piso montano luminoso, adaptada al clima frío o templado frío.

Distribución del pinos silvestre en el País Vasco


En nuestra comarca el pino silvestre crece en la zona meridional de suelos calizos, en el piso montano, formando bosques mixtos con quejigos (Quercus faginea). Es el paisaje de los pueblos de la sopeña ayalesa como Salmantón o Menoio y sus cimas de Babio, Peregaña o Eskoritas. Es posible que el pino silvestre haya ido aumentando su superficie en las últimas décadas, es una especie pionera, de crecimiento rápido y amante de la luz, por lo que se considera una especie colonizadora. Si consultamos las fotos aéreas desde 1932 observamos que el pino silvestre ha ido ocupando en nuestra comarca aquellos espacios abiertos que se habían formado por el secular aprovechamiento del arbolado, por la creación de dehesas para el ganado o por el abandono de terrenos dedicados al cultivo de cereal situados en lugares de baja calidad.

Pinos silvestres secos. Entorno ermita de Etxaurren

El abandono de las prácticas tradicionales de explotación del medio y una precipitación media superior a los 1000 mm anuales han favorecido hasta la fecha la expansión de esta especie de pino en la Comarca Cantábrica Alavesa, pero el cambio climático le está haciendo retroceder. Los lugares donde se han secado los pinos silvestres son principalmente aquellos con poco suelo donde las raíces no pueden penetrar en busca de agua, en laderas y cumbreras. Los quejigos con los que comparten el bosque sufrieron el año pasado las mismas condiciones climáticas, pero poseen una estrategia para sobrevivir en situaciones de sequía, se trata del secado prematuro de las hojas que evita seguir manteniendo activo el sistema foliar.

Con el fin de evitar una fuerte depreciación de la madera y posibles plagas de insectos perforadores que pudieran afectar a los pies sanos, la Administración ha autorizado el aprovechamiento extraordinario de las masas de pino afectadas por la sequía en los pueblos de Agiñiga, Menoio, Maroño, Salmantón, Añes, Erbi, Lejarzo, Lujo, Madaria, Ozeka y Sojo. En total suman 341 hectáreas, aunque este dato solo es aproximativo, está por ver la cifra real.

Pinos silvestres secos en monte Babio

Obviamente la sequía del año pasado no sólo ha afectado a los pinos silvestres de nuestra comarca. Si nos desplazamos a los valles vecinos, a Kuartango, Zigoitia o Valdegobía, veremos más pinos silvestres secos y en las Sierras de Badaia o Arrato, además de pinos, veremos que son las encinas las que también se han secado a cientos. El área afectada es mucho mayor que los lugares señalados aquí, sería interesante realizar un estudio sobre cuantas hectáreas de arbolado se vieron afectadas por la sequía y hacernos así una idea de la magnitud de la muerte del arbolado.



Como puede verse, el cambio climático se ha convertido ya en una importante variable para explicar la dinámica de nuestro paisaje. A medida que avance el siglo y sigan aumentando las temperaturas la sequía edáfica durará más meses limitando la disponibilidad de agua en el suelo. Las raíces de los árboles van a tener más difícil llegar a la indispensable agua y sobrevivir. Así que la superficie de pinos silvestres afectados por la falta de agua y aumento de las temperaturas es probable que siga creciendo, el número de pinos secos aumentará.


Es una incógnita cómo reaccionará la vegetación que actualmente puebla nuestro territorio ante los previstos cambios de condiciones climáticas en un corto periodo de tiempo. Los estudios teóricos que analizan la posible dinámica de la vegetación, como por ejemplo el “Análisis de riesgo climático de los hábitats terrestres de Euskadi” elaborado por la Sociedad Pública del Gobierno Vasco IHOBE” y que pueden consultarse en el visor de información ambiental geoeuskadi (https://www.geo.euskadi.eus/geobisorea), nos dicen que a finales de siglo XXI la vegetación natural de nuestra comarca cambiará de manera sustancial. Por ejemplo, los hayedos solo sobrevivirían en zonas elevadas del macizo del Gorbea.

Pinos silvestres secos. Ozeka

Y seguramente la encina ocupe el espacio dejado por pinos silvestres y quejigos que no hayan podido adaptarse. La encina se va a ver favorecida no sólo por el abandono del campo, sino también por el calentamiento global.

También las especies exóticas utilizadas para plantaciones forestales y desarrollar una silvicultura intensiva como por ejemplo el pino insignis o el abeto Douglas se verán afectadas, lo que abre un reto para el futuro.

 

3 comentarios:

  1. Se ven en el monte algunas trampas para plagas taladradoras. Pensaba que mostraban otra causa del secado de árboles, pero ¿se han colocado porque los taladradores aparecen después de secarse?

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  2. Las trampas las ha colocado la Diputación para controlar la evolución de insectos que se alimentan de la madera muerta. Con tanto recurso disponible con los pinos secos, se pretende conocer la evolución de las poblaciones de xilófagos. Los insectos siempre "están ahí", ahora lo probable es que aumente su población.

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  3. Desgraciadamente también muchos quejigos, donde están esos mismos pinos, se han visto afectados por la falta de agua y se han secado y muchos de los que han quedado están muy débiles y no van a aguantar otra sequía fuerte

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