viernes, 19 de agosto de 2016

Ahorcapájaros en Artziniega.

No hay confusión posible, si en esta época observamos un gran escarabajo en vuelo no es otro que un macho de ciervo volante (Lucanus cervus) o ahorcapájaros como le llamamos comúnmente en la zona, el mayor de los coleópteros europeos. Además son inconfundibles sus enormes mandíbulas de color rojizo a modo de cuernos.
Es de hábitos nocturnos pero tampoco es raro verle durante el día. El que aparece en estas fotos lo encontré cerca del pueblo de Artziniega, en una zona de campiña salpicada de bosquetes de quejigos.

El incremento de madera muerta en nuestros bosques constatado en los inventarios forestales seguramente esté beneficiando a especies saproxílicas como el ciervo volante, cuya larva se alimenta de la madera de árboles muertos o senescentes para salir al cabo de unos años y transformarse en el adulto que observamos.
Ciervo volante depredado por un visón americano en Maroño.