miércoles, 22 de junio de 2016

Murciélago de herradura con su cría / Ferra-saguzarra eta umea


Murciélago de herradura con su cría en un refugio diurno en el municipio de Llodio
Ez da zaila ferra-saguzar txikia (Rhinolophus hipposideros) gure eskualdean ikustea. Neguan, leizeetan eta lur azpiko babeslekuetan sartzen da, hibernatzeko behar duen tenperatura konstantearen bila. Udaberritik aurrera, ordea, giza-eraikuntzak ere erabili ohi ditu egunez aterpe gisa: etxeetako ganbarak, elizetako gangak, hutsik utzitako tunelak…


Murciélago de herradura con su cría en el municipio de LLodio.
No es difícil detectar al murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros) en la comarca. Para pasar el invierno elige cuevas y otros refugios subterráneos donde se mantiene una temperatura constante que no altere su estado de hibernación, sin embargo a partir de la primavera utiliza también como refugio diurno construcciones humanas: desvanes de viviendas, bóvedas de iglesias o túneles abandonados.

Argazki honetan, egun gutxiko ume bat ikusten da amari helduta. Laugarren aste inguruan utziko dio bularra hartzeari, eta abuztu alderako bere kasa bizitzeko gai izango da.

En estas fotografías se observa a una cría de pocos días de edad aferrándose a su madre. El destete no se producirá hasta aproximadamente la cuarta semana de vida y para agosto será ya independiente.

Murciélago de herradura en un refugio diurno. Ayala.

Los murciélagos pequeños de herradura se envuelven totalmente con sus alas.

Gustavo.

miércoles, 8 de junio de 2016

Tejones huérfanos


A las 21:30 del día 22 de mayo nos avisaron que cuatro cachorros de tejón merodeaban por la carretera A-624 a la altura del barrio La Cadena de Izoria, con el peligro que ello suponía para el tráfico. La razón resultaba evidente: la madre había sido atropellada y los cachorros, aún dependientes, no se separaban de ella. Aunque cuando llegábamos no los pudimos ver, tras el reconocimiento de las mamas del cadáver, se constataba, efectivamente, que debía haber un total de cuatro jóvenes. Una vez tomados los datos de dimensiones, sexo y edad del cadáver aún caliente, fue retirado a una campa próxima para evitar más atropellos y accidentes de tráfico. Ya era prácticamente de noche y poco se podía hacer.


A la mañana siguiente fue duro comprobar como uno de los cachorros seguía sin alejarse de la madre e, incluso, intentaba mamar. Vista la vulnerabilidad del cachorro, que ya ni siquiera huía ante las personas aunque al principio sí mostró todo su instinto de defensa propio de los carnívoros acorralados, se llamó al centro de recuperación de fauna de Martioda para lograr su captura y posterior recuperación, hecho que se consiguió afortunadamente. También, se prospectó la zona en busca del resto de cachorros pero no se dio con ellos. Según los veterinarios del centro, se puede pensar en ser optimista dado el estado de salud y desarrollo del hermano capturado.


En el Atlas de distribución de pequeños carnívoros de la Comarca Cantábrica Alavesa (2009) señalamos precisamente este lugar como uno de los puntos negros de las carreteras ayalesas en lo referente a atropellos de fauna y apuntamos la necesidad de poner en marcha medidas correctoras para minimizar este tipo de impactos. Para consultar aquél trabajo podéis pinchar aquí.

Gineta.
Los datos sobre atropellos referidos en este estudio habían sido recogidos desde el año 2000 y se citaban las siguientes especies de carnívoros: zorro, tejón (la más habitual, por encima del anterior), marta, garduña, visón europeo, turón, gato montés, gineta y comadreja. Verdaderos tesoros de fauna salvaje, algunas de ellas catalogadas en peligro, que no nos podemos permitir el lujo de perder a manos del frio automóvil. (En la actualidad se siguen recogiendo datos de manera voluntaria, gracias, en buena medida, a terceras personas, como la del tejón, que nos avisan fielmente).

Corzo atropellado en Orduña
Pero los atropellos de carnívoros son sólo una parte de la fauna atropellada, la más llamativa por ser de mayor tamaño. La lista se alargaría con aves como el chotacabras que en muchas ocasiones permanecen quietos en el asfalto, sapos, lagartijas, culebras, ardillas, jabalíes, corzos o ciervos, especies, estas últimas, que además están provocando en los últimos años una importante cantidad de accidentes de tráfico, incluso con fallecimientos.
Lagarto verde.

Sapos comunes
Además, creemos, firmemente, que muchos de los atropellos que sufre la fauna podrían ser evitados. Por supuesto, no poniendo en peligro nuestra integridad física o la de terceros, es decir, no dando un volantazo, ni un frenazo. Simplemente levantando el pie del acelerador (en el caso de las aves que se nos cruzan, sobre todo, ahora que la vegetación invade más el carril, es suficiente con dicha acción) o más fácil aún: no ir pisando adrede los sapos que esa noche atraviesan la carretera, ni atropellar voluntariamente a esa liebre que se ha quedado quieta con los focos del coche, a ese erizo (que se ven aplastados sobre la mediana, en pleno centro de la carretera), o a esa culebra…
Señal paso de anfibios
Señal paso de corzos
Enrique.