El 22 de diciembre encontré a la una del mediodía y en mitad de la carretera A-625 en el t.m. de Valdegobía a este grupo de buitres leonados comiendo un animal atropellado, quizá un perro. Tuve que parar el coche para no atropellarlos y esperar a que arrastrasen la carroña fuera de la carretera.
La falta de comida hace que los buitres utilicen recursos que hace unos años no solían usar, los animales atropellados en las carreteras.
Euskadi todavía no ha aprobado ningún Decreto para que puedan abandonarse en el campo los cadáveres de especies ganaderas en régimen no intensivo después de que se prohibiera tras la crisis de las vacas locas, aún cuando ya lo han hecho comunidades limítrofes como Navarra o Castilla y León. El Gobierno Vasco es quien aprueba la normativa que después deben aplicar las tres Diputación Forales. Parece que poner de acuerdo a estos cuatro organismos es una tarea laboriosa. Mientras tanto las aves necrófagas como los buitres siguen buscando cualquier carroña para saciar el hambre.