Estremece ver tantos pinos silvestres
(Pinus sylvestris) secos al sur de la Cuadrilla de Ayala,
fundamentalmente concentrados en la zona de la sopeña. No se trata de los
efectos de una plaga como fue el caso del hongo Mycrosphaerella dearnessii,
también conocido como banda marrón, que afectó a los pinos de Monterrey
en 2018, esta vez ha sido la combinación de la escasa precipitación y de las
altas temperaturas registradas a lo largo de 2022 la que ha acabado matando los
árboles.
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Pinos silvestres secos en el pantano de Maroño |
En abril de este mismo año publicamos
una entrada en este blog sobre las altas temperaturas registradas a lo largo de
2022 que le convertían en el año más cálido desde que se tenían registros, y a
estas altas temperaturas se sumó una precipitación por debajo de los 800 mm, lo
que provocó, entre otros efectos que mencionamos en aquel texto, la muerte de
cientos de pinos silvestres en nuestra comarca. Recorriendo la zona podemos
observar esos rodales de color marrón que indican la muerte de los pinos.
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Pinos silvestres secos. Entorno ermita de Extaurren |
El pino
silvestre se distribuye desde Manchuria a Escocia y de Sierra Nevada a
Escandinavia, es el árbol de área más extensa de Europa. Dentro de la península
Ibérica comprende tres núcleos principales: Pirenaico, Central e Ibérico con un
apéndice meridional y otro septentrional que llega a los montes
vasco-cantábricos. Concretamente en el País Vasco ocupa una extensión de unas
17.000 Ha. Por sus requerimientos climáticos se considera una especie típica
del piso montano luminoso, adaptada al clima frío o templado frío.
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Distribución del pinos silvestre en el País Vasco |
En nuestra comarca el pino silvestre
crece en la zona meridional de suelos calizos, en el piso montano, formando
bosques mixtos con quejigos (Quercus faginea). Es el paisaje de los
pueblos de la sopeña ayalesa como Salmantón o Menoio y sus cimas de Babio,
Peregaña o Eskoritas. Es posible que el pino silvestre haya ido aumentando su
superficie en las últimas décadas, es una especie pionera, de crecimiento
rápido y amante de la luz, por lo que se considera una especie colonizadora. Si
consultamos las fotos aéreas desde 1932 observamos que el pino silvestre ha ido
ocupando en nuestra comarca aquellos espacios abiertos que se habían formado
por el secular aprovechamiento del arbolado, por la creación de dehesas para el
ganado o por el abandono de terrenos dedicados al cultivo de cereal situados en
lugares de baja calidad.
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Pinos silvestres secos. Entorno ermita de Etxaurren |
El abandono de las prácticas
tradicionales de explotación del medio y una precipitación media superior a los
1000 mm anuales han favorecido hasta la fecha la expansión de esta especie de pino en
la Comarca Cantábrica Alavesa, pero el cambio climático le está haciendo
retroceder. Los lugares donde se han secado los pinos silvestres son
principalmente aquellos con poco suelo donde las raíces no pueden penetrar en
busca de agua, en laderas y cumbreras. Los quejigos con los que comparten el
bosque sufrieron el año pasado las mismas condiciones climáticas, pero poseen
una estrategia para sobrevivir en situaciones de sequía, se trata del secado
prematuro de las hojas que evita seguir manteniendo activo el sistema foliar.
Con el fin de evitar una fuerte
depreciación de la madera y posibles plagas de insectos perforadores que
pudieran afectar a los pies sanos, la Administración ha autorizado el
aprovechamiento extraordinario de las masas de pino afectadas por la sequía en
los pueblos de Agiñiga, Menoio, Maroño, Salmantón, Añes, Erbi, Lejarzo, Lujo,
Madaria, Ozeka y Sojo. En total suman 341 hectáreas, aunque este dato solo es
aproximativo, está por ver la cifra real.
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Pinos silvestres secos en monte Babio |
Obviamente la sequía del año pasado
no sólo ha afectado a los pinos silvestres de nuestra comarca. Si nos desplazamos
a los valles vecinos, a Kuartango, Zigoitia o Valdegobía, veremos más pinos
silvestres secos y en las Sierras de Badaia o Arrato, además de pinos, veremos
que son las encinas las que también se han secado a cientos. El área afectada
es mucho mayor que los lugares señalados aquí, sería interesante realizar un
estudio sobre cuantas hectáreas de arbolado se vieron afectadas por la sequía y
hacernos así una idea de la magnitud de la muerte del arbolado.

Como puede verse, el cambio climático
se ha convertido ya en una importante variable para explicar la dinámica de
nuestro paisaje. A medida que avance el siglo y sigan aumentando las
temperaturas la sequía edáfica durará más meses limitando la disponibilidad de
agua en el suelo. Las raíces de los árboles van a tener más difícil llegar a la
indispensable agua y sobrevivir. Así que la superficie de pinos silvestres
afectados por la falta de agua y aumento de las temperaturas es probable que
siga creciendo, el número de pinos secos aumentará.

Es una incógnita cómo reaccionará la
vegetación que actualmente puebla nuestro territorio ante los previstos cambios
de condiciones climáticas en un corto periodo de tiempo. Los estudios teóricos
que analizan la posible dinámica de la vegetación, como por ejemplo el “Análisis
de riesgo climático de los hábitats terrestres de Euskadi” elaborado por la
Sociedad Pública del Gobierno Vasco IHOBE” y que pueden consultarse en el visor
de información ambiental geoeuskadi (https://www.geo.euskadi.eus/geobisorea),
nos dicen que a finales de siglo XXI la vegetación natural de nuestra comarca
cambiará de manera sustancial. Por ejemplo, los hayedos solo sobrevivirían en
zonas elevadas del macizo del Gorbea.
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Pinos silvestres secos. Ozeka |
Y seguramente la encina ocupe el
espacio dejado por pinos silvestres y quejigos que no hayan podido adaptarse. La encina se va a ver favorecida no sólo por el abandono del campo,
sino también por el calentamiento global.
También las especies exóticas
utilizadas para plantaciones forestales y desarrollar una silvicultura
intensiva como por ejemplo el pino insignis o el abeto Douglas se verán
afectadas, lo que abre un reto para el futuro.