Se ha querido rescatar un trabajo que se
hizo durante los años 2014-2015, para no olvidar la importancia cultural y
social que tiene una especie de árbol en la comarca de Ayala / Aiara; el tejo (Taxus baccata). El trabajo consistió en realizar
un inventario de los ejemplares de tejo en los municipios de Ayala / Aiara,
Amurrio, Orduña / Urduña y algunas zonas limítrofes a dichos municipios.
Detalle madera. Foto Enrique Arberas |
El tejo, es un árbol que siempre ha
estado rodeado de leyendas, es una especie emblemática y simbólica en nuestra
tierra, por su longevidad, por su utilización en rituales, por su presencia
muchas veces unida a cementerios e iglesias, por sus usos terapéuticos. Pero
sin duda las propiedades de la madera
(dura, resistente y flexible) ha hecho que se utilizara de manera
frecuente en la fabricación de aperos de labranza, partes de máquinas que
necesitaban consistencia, estacas, lanzas y arcos, etc., estando muy vinculada,
por tanto, al ámbito rural.
Semillas y hojas de tejo. Foto Enrique Arberas |
Para localizar las zonas donde se
ubicaban los tejos, hablamos con técnicos de la DFA , con guardas forestales, y con vecinos de los
pueblos, conocedores de los montes. Los vecinos de estos municipios, tienen
constancia de la existencia del tejo en la zona, ya sea porque lo han utilizado
para elaborar herramientas, porque lo tienen plantado en sus tierras, algunas
veces a modo de homenaje a difuntos, o porque existen algunos ejemplares que
destacan en el paisaje, sobre todo los localizados en el altiplano de Sierra
Salvada. Pero en cualquier caso, la gente con la que tuvimos la oportunidad de
hablar, muestra un especial cariño por esta especie.
Tejo entre hayas. Foto Enrique Arberas |
Cuando empezamos a ir al monte en busca
de tejos, llevábamos un estadillo en el que apuntábamos algunos datos de los
pies encontrados (diámetro, altura, si se encontraba ramoneado por el ganado,
si tenia semillas germinadas a su alrededor, etc.) y tomábamos con GPS un
punto, para tenerlo georeferenciado. Así hicimos una pequeña base de datos, que
nos sirvió a posteriori, para sacar algunas conclusiones sobre la cantidad de
ejemplares identificados, amenazas,
estado de conservación de la especie, etc.
Tejo intensamente ramoneado entre piedras. Foto Enrique Arberas |
Se localizaron un total de 850 ejemplares
de tejo, repartidos en 7 poblaciones y el resto individuos aislados. Para
considerar que un grupo de tejos formase una población, debían de estar a menos
de 500 m
de distancia unos de otros y que fuesen un número mínimo de 10 ejemplares. De las 7 poblaciones que consideramos, 3 se
encuentran en Sierra Salvada, en los términos de Campoverde (67 tejos), Senda Ayala – Arranes (29 tejos) y La Tejera (181 tejos). Otra se
ubica en el termino de San Vicente (76 tejos) (Sojo, Ayala / Aiara) y una
quinta población alrededor del Pico del Fraile (27 tejos) (Tertanga, Amurrio).
Las otras dos restantes se encontraron, una en el monte Zaballa en Artziniega
(326 tejos) y otra, en el término de Angulo (83 tejos) en el Valle de Losa. El
resto (61 tejos) se encontraban de manera dispersa y/o solitaria por la zona en
donde encuadramos el estudio.
Pie femenino de tejo Foto Enrique Arbeeras |
Una de las poblaciones que aportó unas
conclusiones muy interesantes, fue la denominada como La Tejera. Esta población
abarca una superficie de unas 35 has. Se contabilizaron unos 181 tejos, pero
conscientes de que nos dejamos muchos sin localizar, debido a la densa
vegetación de espinar (Cratageus monogyna)
existente en la zona. De hecho calculamos que casi el 80% de los tejos allí
ubicados están bajo la protección del espino, dato, que empieza a darnos una
idea de porque existen tantos ejemplares en una zona con bastante presencia de
ganado (donde además, mas del 30% de los pies inventariados tienen signos
evidentes de ramoneo). Los datos de las mediciones nos muestran que el 98% de
la población, tiene un perímetro basal menor de 100 cm , por lo que se puede
decir que es una población joven.
Tejo protegido por espinos. Foto Enrique Arberas |
Si comparamos la ortofotografia de 1956 y
la del 2013, se ve como la zona se esta matorralizando poco a poco. Es esta la
explicación de la abundante presencia de tejo en esta zona; el aumento de
espinos, hacen que se genere una cubierta bajo la cual las semillas de tejo
pueden germinar sin ser accesibles al diente del ganado. Además se da el hecho
de que el espino (por sus frutos) atrae a distintas especies de aves, que a su
vez ingieren también los frutos del tejo, y al pasar por sus estómagos,
facilitan la germinación de la semilla una vez expulsadas. Por todo ello se
puede decir que la matorralizacion en esta zona y el aumento de la población
del tejo, van de la mano.
Ortofotografía de 1956 sobre la zona de la Tejera |
Orotofotografía de 2013 sobre la zona de la Tejera |
En una segunda entrada, contaremos más
conclusiones del trabajo y algunas anécdotas culturales relacionadas con el
tejo.
Enrique / Inés
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