viernes, 18 de enero de 2019

Valverde y el nido histórico de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) del Desfiladero de Pancorbo (Burgos)


En 1954 el conocido biólogo y naturalista José Antonio Valverde (1926-2003) en un viaje que realizaba en tren desde San Sebastián a Valladolid se detuvo unos días en el pueblo de Pancorbo (Burgos) con el fin de poder observar a los quebrantahuesos que criaban en sus peñas, objetivo que se vio cumplido el 11 de abril  tras dos días de impaciente espera: A las 12:30 cruzaron altos sobre mí, procedentes de la peña de Laderos y hacia la peña Horadada dos quebrantahuesos que se perdieron encima del desfiladero. (Noticias ornitológicas sobre Santo Domingo de Silos, J.A. Valverde. 1956). De aquellos días Valverde tomó notas en su cuaderno de campo y realizó unos dibujos del lugar donde según un pastor de la zona se encontraba el nido del quebrantahuesos, aunque Valverde apuntó que ese año no parecía haber criado ya que no pude verle junto al nido en dos mañanas de observación (Valverde, 1956).



Además de comprobar personalmente la presencia del quebrantahuesos en el Desfiladero de Pancorbo, Valverde fue recogiendo información bibliográfica y tomando nota de la existencia actual y pretérita de esta rapaz en otros lugares de la geografía española que iba visitando como los alrededores de Santo Domingo de Silos o la Sierra de Cazorla. En un pequeño artículo publicado en 1958 dentro del Anuario del Adelantado de Cazorla y titulado Rarezas Faunísticas de Cazorla, Valverde escribe: En España nos consta que apenas hay ya una decena de parejas, la mitad de ellas en Cazorla. Aquella visita a Pancorbo, por tanto, estaba justificada porque parecían ser los últimos conocidos en España (Valverde, 1956).


Ejemplar de quebrantahuesos. Pirineos.
La información acerca de la distribución del quebrantahuesos en la península Ibérica en aquella época era aún deficiente como hemos sabido posteriormente a medida que se han ido publicando noticias al respecto: mismamente sin salir de la provincia de Burgos se tiene constancia de que crio en pueblos como Urrez, Tubilla del Agua o Bujedo. Así que aquella estimación sobre el número de parejas tenía que estar necesariamente por debajo de las cifras reales. Aunque se estaba en lo cierto que los últimos ejemplares se acantonaban principalmente en la Sierra de Cazorla y en Pirineos y que paulatinamente estaban desapareciendo de todos los sistemas montañosos que había ocupado históricamente. El momento más crítico para la especie llegará en la década de los ochenta cuando muere el último ejemplar en la Sierra de Cazorla y en Pirineos se contabilizan únicamente una treintena de parejas reproductoras.

Ejemplar de quebrantahuesos. Pirineos.
En el País Vasco sabemos que el quebrantahuesos crío en épocas pretéritas en diversos macizos montañosos de su geografía como Aralar, Aizkorri, Urkiola o la Sierra Salvada, sin embargo, los últimos ejemplares territorializados se pudieron ver en Sobrón hasta 1979 y en Valderejo hasta principios de los años ochenta, donde se conocen los canchales que utilizaba como rompedero de huesos. Desde 2015 existe un Plan Conjunto de Gestión de las aves necrófagas de interés comunitario de la Comunidad Autónoma del País Vasco en el que, entre otros objetivos, se pretende la protección efectiva de las Áreas Críticas (AC) para el quebrantahuesos con el objetivo de que sean utilizadas de manera regular durante su ciclo vital.

Búsqueda de antiguos nidos de quebrantahuesos en la Sierra Salvada en colaboración con el grupo espeleológico Takomano
En una entrada antigua en este mismo blog dimos cuenta de que en nuestra comarca el quebrantahuesos también había llegado a criar según recogía Julián Aldaz y Emazábel en el Catálogo de las aves observadas en Guipúzcoa y Vizcaya publicado en 1918: Estas aves también anidan en esta región, siendo uno de los puntos la Peña de Orduña (Vizcaya), donde en Junio de 1912, fue capturada una cría recién salida del nido. Este ejemplar fue criado durante un año por el R. P. Valentín Mayordomo, profesor de Historia Natural del Colegio de los PP. Jesuítas de aquella localidad (Orduña), en cuyo Museo se halla actualmente disecado.


Al fondo ejemplar de quebrantahuesos en el Gabinete de P.P. Jesuitas. Orduña.
Después de 63 años de aquella visita de Valverde al Desfiladero de Pancorbo, el 7 de octubre de 2017,  Txema Fernández organizó una salida del Instituto Alavés de la Naturaleza (IAN) para conocer algunos de los últimos lugares donde había criado el quebrantahuesos en los montes cantábricos y vasco-navarros hasta mediados del siglo XX y el primer lugar que visitamos fue precisamente el Desfiladero de Pancorbo donde pretendíamos localizar el nido de quebrantahuesos que describió Valverde en 1954. Ayudados por el croquis y las notas que tomó el biólogo aquellos días de abril y después de unas horas caminando y estudiando la ladera a la que hacían referencia los documentos localizamos una pequeña cavidad en un paredón rocoso que se ajustaba a la tipología de los nidos de quebrantahuesos.

Intentando localizar el nido.


Intentando localizar el nido.
De manera previa a esta salida habíamos consultado la bibliografía existente sobre la caracterización de los nidos de quebrantahuesos y nos pusimos en contacto con Sergio Couto, un biólogo con experiencia en la búsqueda de nidos antiguos de quebrantahuesos en Andalucía. La información que recabamos por uno y otro lado es que los quebrantahuesos eligen mayoritariamente para construir sus nidos pequeñas cavidades de dos o tres metros de profundidad y anchura y uno o dos de altura, aunque dependiendo del contexto podían ocupar lugares en la pared más descubiertos, como podía ser el caso de Pancorbo.

Póster sobre el estudio de los nidos históricos de quebrantahuesos en el sur de la península Ibérica.
Después de más de un año, el 9 de diciembre de 2018, y antes de que comenzase el periodo de reproducción del buitre leonado, volvimos al lugar equipados con un pequeño dron con el fin de poder fotografiar el interior de la cavidad e intentar localizar los típicos excrementos blanquecinos de quebrantahuesos denominados tizas y que nos permitiesen confirmar con seguridad la ocupación y nidificación histórica del quebrantahuesos en ese punto concreto. Apenas fueron unos metros los que tuvo que salvar el dron para grabar su interior y el resultado fueron unas imágenes donde únicamente se observa una gran acumulación de excrementos y materia vegetal aportados por el buitre leonado.

Interior del nido localizado.
Desde que en la década de los ochenta la población del quebrantahuesos tocase fondo los proyectos para su recuperación no han cesado y el número de parejas ha aumentado considerablemente: de 2004 a 2009 se desarrolló el LIFE Acciones para la reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía y en 2018 finalizó el proyecto LIFE Red quebrantahuesos; además como ya se ha comentado en 2015 el País Vasco aprobó el Plan de gestión de aves necrófagas de interés comunitario en el que se incluía a esta rapaz, y este mismo territorio también participa actualmente con Ecogyp un proyecto pirenaico y transfonterizo que tiene como fin proteger el hábitat de las rapaces necrófagas actualmente amenazadas.
Poniendo el dron en marcha
Esperemos que no tengan que pasar cien años desde aquella visita de Valverde a Pancorbo para que el quebrantahuesos vuelva a nidificar en estas peñas, un área montañosa estratégica para su expansión que pondría en contacto las poblaciones de Picos de Europa y Pirineos.

Allí estuvimos Mónica, Carlos, Txema, Xabi, Marta y Gustavo

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