domingo, 29 de noviembre de 2020

Poniendoles cara a nuestros pequeños carnívoros

A pesar del secular esfuerzo del ser humano para intentar exterminar por todo tipo de medios a este grupo faunístico, llamado así por tratarse de carnívoros (dotados de muela carnicera) de pequeña talla, estas especies siguen hoy día habitando nuestras montañas y campos. Sin ir más lejos, por todos es conocido la creación en 1954 de la Junta de Extinción de Animales Dañinos que pretendía la erradicación de todo tipo de animales que perjudicasen los intereses de los habitantes del mundo rural. Así que después de esta larga y enconada persecución, no creamos que vayamos a verlos con facilidad, les hemos obligado a hacerse nocturnos y recelosos, pero como vamos a ver a continuación, siguen viviendo en nuestro entorno, entre nosotros.

Zorro rojo (Vulpes vulpes). Me dijo Roberto, un vecino de Zuaza, que la comida que le ponía al gato desaparecía rápidamente y que a ver si podía dar con el culpable colocando una cámara de fototrampeo en el jardín de su casa: ahí está, un hermoso raposo. El zorro es un ejemplo de animal oportunista que recorre todo tipo hábitats y lugares en nuestra comarca para buscar alimento, incluido el urbano, por supuesto. De todas las especies que hablaremos en esta entrada, el zorro es la única que está permitida cazar actualmente.

Zorro rojo en Zuaza

Tejón (Meles meles). Casi todas las noches el tejón de la imagen siguiente entra en esta finca de Murga para buscar alimento. Al parecer empezó a venir en los meses de verano atraído por la fruta no recogida y después, cuando llegaron las primeras lluvias de otoño, se dedicó a excavar por todo el prado en busca de lombrices. La letrina que he encontrado en la propia finca indica que estamos en el actual núcleo de su zona de campeo y alimentación.


Tejón. Imagen de Enrique Arberas.

Garduña (Martes foina). Esta garduña fue sorprendida en el río Izoria, pero ciertamente esta especie la podemos encontrar en un amplio abanico de hábitats: riberas, hayedos, robledales, pinares y, desde luego, en los pueblos, donde ha sido frecuente que ocupase desvanes de casas y caseríos, cabañas y bóvedas de iglesia. Sorprendentemente, la garduña aún hoy en día sigue encontrando refugio en los monumentos más conocidos de la comarca…

Garduña en río Izoria

Marta (Martes martes). Del mismo modo que ha ocurrido con muchas otras especies, se pensó que el hábitat óptimo de la marta era aquel en el que la habíamos conocido recientemente, en este caso eran bosques caducifolios autóctonos de las grandes sierras de la divisoria de aguas; sin embargo, la expansión de la marta a finales del siglo pasado y la ocupación de todo tipo de masas forestales, incluidos los cultivos forestales de pino de Monterrey y eucalipto trastocó este supuesto. Esta foto está sacada cerca del hayedo de Altube, seguramente el hábitat fuente de nuestras martas actuales.



Marta. Imagen de Enrique Arberas.

Gineta (Genetta genetta). Donde más fácil resulta detectar a la gineta en la zona cantábrica es a lo largo de las riberas arboladas de arroyos y ríos, sobre todo por sus letrinas, elegidas en lugares destacados como la parte superior de los puentes. También es posible encontrarla en otros hábitats boscosos, incluso puede campear por pequeños pueblos como aquella que encontró Goretti durmiendo en un toldo de su casa en Menoio. La imagen siguiente procede del río Herrerías a su paso por Llanteno.

Gineta en el río Herrerías

Gato montés (Felis silvestris). Esta foto está tomada en la Sierra de Gibijo. Precisamente es en los prados de montañas, como éste de Gibijo, en Salvada o en Angulo, donde se ha observado o fotografiado al gato montés en mayor número de ocasiones. Seguramente que en estos extensos prados donde son abundantes los indicios de topos y topilos, el gato montés encuentre menos competencia con otros pequeños carnívoros, siempre más asociados a ambientes forestales.


Gato montés. Imagen tomada por Enrique Arberas.

Turón (Mustela putorius). Este mustélido resulta una especie muy desconocida, incluso para aquellas personas que viven en el medio rural donde está presente y, sin embargo, no es un animal tan raro, lo que ocurre es que posee un tamaño pequeño y es de costumbres nocturnas. Este turón fue sorprendido en un arroyo próximo a Maroño, pero tenemos citas de más ejemplares en Izoria, Luyando, Murga o Llanteno. Temíamos que durante los años en los que el visón americano ocupó nuestros ríos hubiese hecho desaparecer al turón o, cuando menos, le redujese a áreas marginales y a un bajo número de ejemplares.


Turón. Imagen tomada por Gustavo Abascal.

Comadreja (Mustela nivalis). Seguramente que el abandono definitivo de las prácticas agrícolas tradicionales a mediados del siglo pasado, el arreglo de casas y caseríos, además de la falta de mantenimiento de todo el sistema de muros que conformaba el paisaje, esté detrás del declive del carnívoro más pequeño que existe en la actualidad. Aun así, sigue estando presente en nuestros campos como lo demuestran estas imágenes tomadas en el mismo lugar de Maroño donde apareció el turón. Muy conocida antiguamente en el mundo rural como paniquesa o paniquesina en referencia a los dos colores de su pelaje que se comparan con los del pan y el queso.


Comadreja. Imagen Gustavo Abascal.

Comadreja. Foto de Patxi Aiaratik.

Nutria paleártica (Lutra lutra). Esta es la única especie de pequeño carnívoro que habita en la comarca y que aún no hemos podido fotografiar. Se extinguió de la vertiente cantábrica del País Vasco en los años 80 del siglo pasado y reapareció en 2007 después de que Javier Luzuriaga detectase indicios de su presencia en el río Izoria. Las citas recogidas posteriormente indican una ocupación puntual de la especie (quizá en ciertos momentos del año) en algunos tramos del río Herrerías y quizá también en el río Altube a su paso por Baranbio donde se encontró un ejemplar atropellado esta misma primavera. Esperemos que la futura construcción de la depuradora de aguas contribuya a la definitiva ocupación de la especie en el Alto Nervión.

Nutrias. Cantabria. Foto Jesús Saiz

Visón europeo (Mustela lutreola). Se trata del mamífero más amenazado a nivel europeo. Fue detectado por primera vez en la Comarca Cantábrico Alavesa en un estudio realizado en 1999-2000 y con suerte puede que sobreviviera aquí alrededor de diez años más. Todo indica que el número de individuos que ocupase la zona fuese muy pequeño. Probablemente las últimas citas de su presencia en Ayala fueran los dos ejemplares atropellados a la altura de Luyando en 2007. Los esfuerzos que se están realizando actualmente para salvar a esta especie de la extinción esperemos que sirvan para que vuelva a colonizar antiguos territorios, entre ellos, el nuestro.

Visón europeo atropellado en Luyando. Foto Enrique Arberas.

Visón americano (Neovison vison). En este mismo blog publicamos en su día (noviembre de 2015) una entrada sobre un ejemplar de visón americano que se dejaba ver en el entorno de Maroño, a veces acompañado de las crías. Aparte del embalse de Maroño, fueron muchas las personas que observaron ejemplares de esta especie en varios puntos del Nervión a su paso por Llodio o Luyando, lo que nos da idea de su éxito de adaptación y rápida expansión. 
Recordemos que el origen del visón americano en el medio natural son los escapes de las granjas donde se cría esta especie para la industria peletera, y que su comportamiento en el mismo ha sido considerado de invasor, desplazando a otras especies como el turón o visón europeo. Las campañas de erradicación del visón americano parecen haber dado sus frutos y actualmente no se observan ejemplares.


Visón americano. Vídeo Gustavo Abascal

Armiño (Mustela erminea). Para poder observar a esta especie en el País Vasco nos tendríamos que desplazar hasta el extremo occidental de Bizkaia. Es posible imaginar un futuro en el que el armiño campee por nuestros campos en busca de posibles presas, quizá cuando se expanda también hasta nuestros valles su principal presa, la rata topera.


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