El 30 de
diciembre de 2021 Egotiz Icaza observó y fotografió un macho de roquero
solitario (Monticola solitarius) en el entorno del Salto del Nervión. Se
movía entre los dos espacios protegidos que confluyen en este lugar: el
Monumento Natural del Monte Santiago y la Zona de Especial Protección para las
Aves de Sierra Salvada.
Hasta la fecha
no conocíamos ninguna cita segura de esta ave en la Sierra Salvada; quizá alguna
observación dudosa cerca del pico Ungino, nada más. Lo que sí sabíamos es que
era perfectamente posible que algún día descubriéramos algún ejemplar ya que,
como su propio nombre indica, es una especie rupícola, con querencia a vivir en
peñas y cortados rocosos, así que la sierra Salvada o la de Arkamo serían un
hábitat propicio para este roquero.
Si observamos el
mapa de distribución que nos ofrece la página de ornitho.eus, las citas se
reparten fundamentalmente entre la zona más meridional del País Vasco y a lo largo de la costa,
es decir, en zonas donde la temperatura es más templada, pues no olvidemos que
el roquero solitario es un ave de distribución mediterránea; sin embargo,
también cría en las montañas del Duranguesado y algún que otro punto del
interior.
No es un ave
fácil de detectar por lo que es posible que su distribución en el País Vasco
sea mayor y que incluya entre otros lugares la Sierra Salvada, donde hasta el
momento no habría podido ser detectada, aunque, de cualquier modo, su presencia
sería escasa, localizada en algún que otro lugar.

Cabría también
la posibilidad de que su población se estuviese expandiendo dada la situación
de calentamiento global y que ya hemos observado en otras especies de aves mediterráneas
que están criando en los últimos años en nuestra comarca como la curruca
cabecinegra, la abubilla o la oropéndola. Sea como sea esperemos poder
localizarla más adelante, no ya como invernante sino como formando parte de las
aves que eligen la Sierra Salvada como zona apta para la reproducción.