El pasado 16 de mayo los alumnos Jon Catalán y Xabier Carretero, de 3º de Secundaria del colegio Virgen Niña de Amurrio, capturaron en el patio de dicho centro escolar un ejemplar de salamanquesa común (se trataba de macho adulto, de unos 3-4 años de edad, en buenas condiciones físicas y con un patrón cromático típico y, como se puede ver en una de las fotos, en la extremidad anterior derecha está parasitado por ácaros, algo habitual en muchos reptiles). Enseguida ambos jóvenes se percataron que dicho reptil no se correspondía a una especie común.
La mayor parte de las citas de
Tarentola mauritanica L. 1758 en la península Ibérica se concentran en el
centro, sur y este, y de forma más dispersa en el cuadrante noroccidental.
En la provincia de Álava no existen de manera natural miembros de la familia Gekkonidae, ni referencia bibliográfica alguna que cite al género Tarentola en el conjunto de la CAVP ni en áreas limítrofes hasta tiempos muy recientes (ZALDÍVAR, 2000). Empezó a colonizar la citada provincia desde el sur (las primeras citas seguras se localizan en el Valle del Ebro, concretamente en las estaciones ferroviarias de Logroño y Haro, en el año 1998), registrándose las primeras observaciones a partir de 2006. Todos ellas corresponden a observaciones de capturas de ejemplares aislados y tienen como denominador común el carácter antropófilo del medio (muros en las proximidades de estaciones de tren, edificios urbanos o ejemplares atropellados en carreteras) en las inmediaciones de Vitoria-Gasteiz, Martioda y Amurrio.
Imagen 26 de junio 2015 |
En el caso concreto de Amurrio la
primera cita data del 13 de julio de 2007 (se trataba de un juvenil que
presentaba malformaciones) y la segunda del 22 de mayo de 2009 correspondiente
a un adulto, ambas registradas en el entorno de la estación del ferrocarril de
Amurrio y cercanas, por tanto, al colegio.
Imagen 26 de junio de 2015 |
Imagen 26 de junio de 2015 |
En resumen, se puede concluir que
esta especie nueva (de hecho no tiene nombre en euskara) está vinculada a vías
de comunicación y núcleos urbanos. Se sabe que ya se reproduce en la Llanada
alavesa y que está demostrando un importante potencial colonizador vinculado al
cambio climático. Por ello sería interesante realizar un seguimiento en los
próximos años para comprobar el asentamiento de poblaciones en áreas cada vez
más septentrionales, de inviernos fríos y climas lluviosos atlánticos.
Seguiremos atentos en el cole.
Enrique
Agradecimientos: Conrado Tejado
Más información: Munibe (Ciencias
Naturales-Natur Zientziak) • Nº 59 (2011) • pp. 87-93 • DONOSTIA / SAN
SEBASTIÁN • ISSN 0214-7688
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