jueves, 21 de marzo de 2019

El Salto del Nervión y el águila real


En los primeros años de la década anterior una pareja de águilas reales (Aquila chrysaetos) fue observada realizando vuelos nupciales en el entorno del Cañón de Delika y días más tarde se descubrió que habían construido un nido cerca del Salto de Nervión. La presencia continua de la pareja en el lugar, la construcción del nido y que la hembra permaneciese echada a ratos nos hicieron pensar en la inminencia de la puesta pero finalmente abandonaron el lugar y no supimos nada de estas águilas hasta que al año siguiente, realizando un censo de halcones, las pudimos localizar asentadas en una montaña próxima.

Águila real en las proximidades de Sierra Salvada.
Desconocemos las causas que motivaron el abandono de este nido pero descartando las más habituales para esta especie como la electrocución, la caza, el expolio de los nidos o la muerte por veneno, y conociendo la masiva afluencia que recibe este lugar situado a caballo entre dos espacios protegidos de la red natura 2000 como son el Monumento Natural de Monte Santiago (Burgos) y la Zona de Especial Protección para las Aves de Sierra Salvada (Álava, Bizkaia) lo más lógico es suponer que fue debido a las molestias humanas, una causa que algunos estudios sobre el águila real sitúan en torno a un 10% sobre el total de los fracasos. Además, era notorio que cuando la hembra permanecía echada siempre mostraba nerviosismo ante las voces elevadas de los visitantes.

Salto del Nervión
El Salto del Nervión es la cascada más alta de la península Ibérica con más de 300 metros de altura y ha sido siempre un importante reclamo turístico que cada año atrae a más visitantes. Actualmente se estima una afluencia anual al Monumento Natural del Monte Santiago de unas 100.000 personas, una cifra prudente, calculada a partir del número de coches estacionados en los diferentes aparcamientos que posee este espacio protegido. Pero además habría que añadir a esa cifra las personas que acceden al Salto del Nervión desde el pueblo de Unzá y que, a la vista de los numerosos coches que aparcan en ese pueblo, sumaríamos algunos miles más.

Camino que conduce al Salto del Nervión

Balcón en el Salto del Nervión
En 2017 la Junta de Castilla y León anunció la puesta en marcha del Programa de Infraestructuras Turísticas en Espacios Naturales consistente en la ejecución de una serie de obras en dichos espacios de cara a fomentar el turismo en ellos: instalación de funiculares, construcción de pasarelas flotantes, centros de interpretación, etc. Se incluía también el Salto de Nervión en el Monte Santiago donde se proyectaba instalar un balcón acristalado. Un proyecto que de momento ha encontrado su primer escollo: el ayuntamiento de Amurrio advirtió que, según la recreación fotográfica del balcón, se estaría invadiendo el espacio aéreo perteneciente al Valle de Arrastaria y, por lo tanto, de su municipio, además de poder estar incumpliendo la normativa medioambiental o los propios planes de gestión de la ZEPA de Sierra Salvada. En cualquier caso desconocemos si la Junta de Castilla y León ha realizado la obligatoria valoración de las posibles afecciones ambientales de las obras previstas.



Recreación fotográfica del proyecto presentado para la construcción de un balcón acristalado.
De cualquier manera el proyecto se centra en la espectacularidad de la visita y en el impacto mediático, y habría que preguntarse qué inversión ha realizado la Junta de Castilla y León hasta la fecha en infraestructuras, cartelería o señalización del espacio de Monte Santiago, y qué inversiones económicas se han destinado a la investigación, gestión y mejora del estado de conservación de la fauna y los hábitats allí presentes. Una pregunta que puede hacerse extensible en general a las administraciones que gestionan espacios protegidos, ya que muchas veces se basa en el éxito como destino turístico. En lo que respecta a la Zepa de Sierra Salvada, aunque aquí no se proyecte ningún balcón, la afluencia masiva de visitantes desde Unzá, incluso desde Delika, podrían suponer una molestia para muchas de las especies de aves que motivaron su declaración como espacio protegido, y no sólo de las más emblemáticas sino de otras que pasan más desapercibidas como acentores alpinos o roqueros rojos.


La buena conservación de estos espacios incluidos en la Red Natura 2000, el paisaje de campiña que domina los valles, los roquedos que caracterizan la vertiente norte de la Sierra Salvada o los hayedos de su ladera hacen que esta zona sea especialmente atractiva para multitud de actividades que se desarrollan aquí: senderismo, parapente, viajes en globo, vuelo de drones, carreras de montaña, barranquismo, etc.  Desde luego que nadie desea hacer esto mismo en la vasta masa de cultivos forestales de pino radiata y eucalipto de Llodio. 

Salto del Nervión
Pero la zona no es únicamente un paisaje espectacular, un escenario deportivo o un parque para el esparcimiento. Los usos tradicionales de la ganadería extensiva y selvícolas de baja intensidad al margen de la intensificación elevada han generado una riqueza de hábitats y faunística que administradores y gestores deben garantizar como objetivo prioritario por encima de la promoción turística. Una gestión que tiene aún muchas tareas pendientes ¿conocemos con detalle la presencia de su fauna protegida y las amenazas que les afectan? O mismamente ¿sabemos que impacto tiene la masiva afluencia de personas para la avifauna que cría en sus roquedos como halcones, alimoches o águilas reales?

Pico del Fraile.
El Monte de Santiago y la Sierra Salvada constituyen el límite de distribución para muchas especies de fauna de carácter mediterráneo que no encuentran hacia el norte las condiciones de temperatura adecuadas para vivir y reproducirse. En la vertiente atlántica no se reproducirán o lo harán en escaso número el ruiseñor común, la abubilla o el colirrojo real, el sapo corredor o el murciélago montañero. Pero hay una segunda razón, los valles cantábricos han sufrido a lo largo de la historia una fuerte presión humana agudizada por el desarrollo industrial que ha transformando  profundamente el paisaje y ciertas especies no encuentran ya los requerimientos apropiados de hábitat. La masiva afluencia de visitantes en espacios protegidos puede que tenga un efecto contrario al que motivaron su declaración como tales y puede que se conviertan en nuevos factores limitantes para la distribución y expansión de las especies.



1 comentario:

  1. Muy interesante para que lo leyera mucha gente y diríamos aquello de “se abre el tiempo para la discusión “

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