viernes, 7 de marzo de 2025

Buscando musgaños

 

A comienzos de marzo nos dirigimos una vez más a un arroyo de montaña donde se suelen ver musgaños y que las personas que tienen la suerte de observarlos suelen confundir con desmanes. Con este nombre parecería que nos estamos refiriendo a algún ser propio de la criptozoología o a algún personaje mitológico similar a los galtzagorris, pero no, los musgaños son unos mamíferos pertenecientes a la familia de los sorícidos entre los que se encuentran también las musarañas de las que se diferencian por haber desarrollado ciertas adaptaciones propias para vivir en medios acuáticos, los musgaños son insectívoros semiacuáticos.


Además, los musgaños son de mayor tamaño que las musarañas, poseen una cola más larga y un marcado contraste entre el dorso negruzco y el vientre blanco como se aprecia en las fotos. Aunque la principal diferencia, como decimos, son las adaptaciones morfológicas que han desarrollado para vivir en medios acuáticos como son un pelaje muy denso, unos pies relativamente grandes y pelos rígidos en manos, pies y cola que facilitan la natación.

Musgaño patiblanco hallado muerto en Unza. Detalle cola.

El arroyo donde hemos venido a buscar musgaños se remansa cerca de su cabecera y muestra unas aguas quietas y transparentes donde se observan larvas de anfibios y pequeños invertebrados. Pero los musgaños pueden ocupar otros tipos de masas de agua como ríos y pantanos, incluso pueden vivir en bosques y prados siempre que contengan un alto grado de humedad.

Musgaño patiblanco hallado muerto en Unzá.

En nuestros campos y montañas tenemos el lujo de contar con dos especies de musgaños: el musgaño patiblanco (Neomys fodiens) y el musgaño de Cabrera (Neomys anomalus). El musgaño patiblanco se encuentra distribuido desde Asia Central hasta el norte de la península Ibérica de influencia eurosiberiana. El musgaño de Cabrera es un endemismo ibérico que se encuentra repartido en tres núcleos aislados: uno en el noroccidente y el centro de la península, otro en Sierra Morena occidental y el tercero en las cordilleras béticas del sureste.

Musgaño hallado muerto en Tertanga.

Diferenciar ambas especies por sus características morfológicas no siempre es posible. El musgaño patiblanco es de mayor tamaño y posee unos pelos rígidos en la parte superior de la cola, pero atención, hay que tener cuidado con los ejemplares juveniles ya que presentan menor tamaño o con los ejemplares viejos que pierden pelos de la cola con la edad.

Una vez más vamos a echar mano de los criterios de la morfología craneal y dentaria para diferenciar ambas especies de musgaños. En este caso nos fijaremos en la altura de la apófisis coronoides y como ejemplos tomaremos dos mandíbulas de musgaño recogidas recientemente, la primera de un ejemplar hallado muerto en Unzá (Urkabustaiz) y la otra extraída de una egagrópila de lechuza en la iglesia de Letona (Zigoitia).

Mandíbula de musgaño patiblanco. Letona.

En ambos casos la altura de la apófisis coronoides es mayor de 4,8 mm, cifra que marca la diferencia entre ambas especies: si es mayor estamos ante un Neomys fodiens y si es menor sería un Neomys anomalus. Concretamente miden 5,65 y 5,85 respectivamente, por lo tanto, se trata de dos musgaños patiblancos de gran tamaño corporal y es que la forma ibérica de esta especie es la más grande del mundo.

Mandibula de musgaño patiblanco. Unzá.





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