Hoy día existe
un gran interés por la cultura gastronómica, como queda patente solamente
echando una ojeada a la cantidad de programas televisivos sobre cocina que
ofertan las cadenas, y se conocen y consumen una amplia variedad de quesos de
los que dan amplia cuenta supermercados, comercios y restaurantes. Quesos
curados, semicurados o frescos, ahumados, con denominación de origen Idiazabal,
Roncal o La Mancha, franceses como el brie,
Camembert o roquefort, especiales para la pizza como la mozzarella o para
añadir a la ensalada como el queso feta, quesos de cabra con romero, gaztazaharra
y un largo etcétera.
Pero ¿conocemos
los quesos que se elaboran en nuestra propia comarca? ¿los consumimos? Nos
tememos que la respuesta es en ambos casos negativa.
El paisaje de
campiña cantábrica tal como lo conocemos hoy, con prados de diente y siega
separados por setos de espino, se configuró a finales de los años sesenta del
pasado siglo, con el aumento de la actividad ganadera en detrimento de los
cultivos de cereal que fueron cayendo en desuso.
La cabaña
ganadera en régimen extensivo que pasta en los valles ayaleses mantiene este
paisaje presente en una amplia superficie de nuestra comarca. Este paisaje
cultural, intervenido por el hombre, alberga una rica biodiversidad ligada a
estos paisajes agrarios abiertos, con una fauna muy variada, desde aves como el
alcaudón dorsirrojo a pequeños roedores como el ratón espiguero. La cabaña
ganadera es, en ocasiones, recurso trófico para fauna de interés como las
grandes rapaces carroñeras, buitres, alimoches o milanos, por ejemplo.
Social y
económicamente, la ganadería extensiva genera empleo y beneficios económicos a
una parte de la población activa del valle, lo que contribuye al desarrollo
local y mantiene vivos los pueblos que conforman la comarca, sus casas y
tradiciones. Precisamente a esta capacidad de satisfacer las necesidades
básicas de la vida a partir de los propios medios que ofrece el entorno natural
sin comprometerlos, (concepto clave), es lo que se define a groso modo
como desarrollo sostenible.
Y finalmente, no
podemos olvidar que este paisaje de caseríos, prados y ovejas pastando bajo el
recortado perfil de la Sierra Salvada nos confiere una identidad de la que nos
sentimos orgullosos.
Por todas estas
razones, queremos dar a conocer en este blog los quesos elaborados en la
Cuadrilla de Ayala y zonas aledañas, uno de los productos generados por la
actividad ganadera del valle.
Quesos Aguiñiga. En Aguíñiga (Ayala)
María Isasi Quesería. En Olabezar (Ayala).
Quesos Ibarrola Gaztak. En Menoio (Ayala)
Caserío Ziorregi. En Inoso (Urkabustaiz).
Karobi artesano. En Inoso (Urkabustaiz).Quesos Ibarrola Gaztak. En Menoio (Ayala)
Caserío Ziorregi. En Inoso (Urkabustaiz).
Quesos Malatsa. (Orozko, Bizkaia).
Queso de cabra Ugala. En Zaballa (Junta de Villalba de Losa).
Mojón alto. Sierra Salvada. En Llorengoz (Valle de Losa).
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